En estos difíciles momentos para las economías domésticas, la empresa norteamericana Airbnb está ayudando a obtener unos ingresos extras para poder llegar a fin de mes de forma más desahogada.

La fórmula, aprovechar el espacio libre que uno pueda tener en su casa. Jeroen Merchiers, responsable de la compañía en España y Portugal, destaca que esta sistema «en EE UU está muy aceptado y aquí la gente lo ve cada vez mejor». «Mucha gente nos dice que han empezado por necesidad económica, especialmente en España. Pero luego dicen que les encanta el contacto con gente de otras culturas, ya que aprenden muchas cosas, e incluso les da la oportunidad de practicar idiomas.

Es una comunidad muy diversa que te permite conocer además gente de todo el mundo. Está la necesidad económica, pero también está el vínculo social con gente de todo el mundo», asegura Merchiers. Los fundadores de Airbnb son de San Francisco y, tras quedarse sin trabajo, decidieron buscar una forma de poder llegar a fin de mes y pagar el alquiler de su casa.

Tras varios meses se les ocurrió aprovechar la oportunidad que les ofrecía una importante convención de diseño que había en la ciudad. Entonces compraron tres colchones hinchables, los alquilaron en un espacio de su casa que estaba vacío e hicieron una pequeña página web para promocionarse. Así recuerda Merchiers los comienzos de esta empresa, en la que los precios los fija el anfitrión.

«Nosotros no intervenimos en ningún caso. Cada anfitrión es libre de cobrar lo que quiera y lo que estime que cuesta su casa», explica. Asimismo, destaca que poner el anuncio «es totalmente gratuito, y Airbnb.es se queda una parte, entre el 6 y el 12% de la transacción, que se le cobra al viajero, nunca al anfitrión».

Por último, mantiene que en España Airbnb «está funcionando muy bien gracias a sus más de 150.000 usuarios, por lo que se ha convertido en el tercer mercado más importante a nivel mundial».