La reunión más larga que se recuerda de un Consejo Interuniversitario acabó anoche con la autorización para que la UCAM implante los estudios de Odontología en Murcia y Farmacia y Turismo en Cartagena. Además, también logró la autorización para el grado de Ingeniería Eléctrica, aunque en este caso la intención de la Universidad es la de no implantarlo este curso para trasformarlo en el título de Ingeniería Electromecánica y que comience a impartirse en 2016, aunque es algo que la UCAM todavía tiene que decidir. El acuerdo del Consejo llegó por seis votos contra cuatro. No hubo sorpresas y solo se opusieron a la implantación de estas carreras los rectores de las universidades públicas y los representantes de Podemos y el Partido Socialista.

El debate se alargó tanto -cinco horas- que incluso la luz se desconectó de forma automática en la planta en la que se celebraba la reunión y el aire acondicionado se apagó. En realidad, el signo de prácticamente todos los votos se podía predecir casi de antemano y precisamente por eso la otra gran conclusión que se obtuvo ayer fue la decisión unánime de todos sus miembros de que el Consejo Interuniversitario tiene que cambiar o incluso dejar de existir. Incluso llegó a plantearse la posibilidad de cambiar la ley de Universidades regional en lo referente a la autorización de nuevos títulos.

El problema es que se ha asumido por parte del Gobierno regional como criterio único para aprobar una titulación el informe favorable de la Agencia Nacional de la Evaluación de la Calidad (Aneca), por lo que al llegar al órgano consultivo en Murcia de poco o nada sirven los informes preceptivos de organismos e instituciones independientes, digan lo que digan. El director general de Universidades, Luis Javier Lozano, afirmó al acabar la reunión que probablemente el día de ayer supondrá «un punto de inflexión» del órgano consultivo y quizá, del propio mecanismo de autorización de títulos.

La poca utilidad del debate fue motivo de queja de las universidades públicas. Especialmente abatido estaba al acabar la reunión José Antonio Franco, rector de la UPCT. «Estoy desolado al comprobar que un órgano que es consultivo del Gobierno regional y que nuestra función debe ser informar al Gobierno para que tomen la decisión tan adecuada, en un caso como el de Ingeniería Eléctrica, a pesar de tener informes desfavorables demoledores de distintos órganos independientes, se ha aprobado». Considera Franco «que el criterio técnico debería imperar en un órgano consultivo que no es tal y al final parece ser que uno viene ya con el voto preconcebido». Y efectivamente fue así, solo existía un pequeño margen de duda sobre si el director general de Universidades, por su condición de profesor de la UPCT, se abstendría y si haría lo propio la consejera, María Isabel Sánchez Mora, profesora de la UMU. Ambos votaron afirmativamente siguiendo el criterio de que el informe de la Aneca se impone a cualquier otro.

José Orihuela, rector de la Universidad de Murcia, también se quejó de que se haya aprobado un título de Turismo para la UCAM en Cartagena «cuando la UPCT ha tenido que rescatar a la Escuela de Turismo porque estaba en quiebra», que se haya decidido apoyar Fisioterapia también para Cartagena «que incide en las prácticas en los hospitales para hacer prácticas» y, por último, que se haya dado el beneplácito a Odontología a pesar de los informes negativos por cuestiones de inserción laboral; uno de esos informes, como apuntó Orihuela, es de la propia consejería de Sanidad.

Orihuela rechazó por completo la idea de que la autorización de la Aneca tenga que suponer la aprobación directa del título por parte del Gobierno. «Si esto no sirve para nada, de verdad, que me lo digan que no vuelva, que me cabrea perder el tiempo y que me lo hagan perder mucho más. Que se aclaren y si esto no sirve para nada, a otra cosa».

Muy diferente era la actitud a la salida de José Luis Mendoza, presidente de la Universidad Católica de Murcia, lógicamente satisfecho por las autorizaciones conseguidas. «Informes puede haber mucho, pero aquí lo que vale es lo que diga la Aneca y el Consejo de Universidades; opiniones puede haber muchas según sus intereses. Pero lo importante es que con esto atendemos a un colectivo importante que querían estudiar estas titulaciones». Mendoza también apuntó sus dudas de que el Consejo Interuniversitario «tenga mucha razón de ser, porque se creó antes de que existiera la Aneca».

La representante de Podemos, María Ángeles García Navarro, se quejó de que el órgano esté configurado de manera que los votos ya estén preconcebidos a pesar de los informes y el debate que se genera. En su opinión, la votación de ayer hace que «la UCAM sigue ampliando su negocio gracias a la oportunidad que le da el Gobierno». En la misma línea se manifestó también Rafael González Tovar, diputado del PSRM, que describió lo ocurrido como un «debate intensísimo en el que la alianza Gobierno del PP y la UCAM ha ganado». Tovar remarcó «el consenso sobre que hay que cambiar estas reglas de juego y tener más claras las necesidades del mapa de títulos de la Región y que cuando se ponga un nuevo título que sea porque de verdad hay una necesidad».