Licenciada en Filosofía y Letras y doctora en Sociología por la Universidad de Murcia, María Isabel Sánchez-Mora ha dedicado su carrera a la docencia y a la gestión en la Universidad. Cuando recibió la llamada de Pedro Antonio Sánchez para que aceptara el cargo de consejera de Educación y Universidades hacía solo un año que había vuelto a impartir clases a jóvenes universitarios tras pasar ocho cursos como vicerrectora de Estudiantes en el equipo de José Antonio Cobacho. Conoce bien la Universidad y asume ahora el reto de guiar la política educativa de una comunidad que lidera las estadísticas de abandono prematuro de las aulas y que está a la cola en los resultados de evaluaciones internacionales como PISA. La empresa le motiva.

Empieza su primer curso al frente de la Consejería con el malestar de la oposición por no haber aplicado una Lomce 'minimizada' como pidió la Asamblea.

La Lomce es una ley orgánica y como tal debe cumplirse, no hay forma de hacerlo de manera mínima. Lo que si he dicho ya en varias ocasiones es que hay que ver cómo podemos minimizar los desajustes o posibles problemas que puedan aparecer en su aplicación y que se irán viendo.

¿Le gusta que haya una reválida obligatoria para poder tener los títulos de la ESO y de Bachillerato?

Creo que ni es buena ni es mala. Si una ley quiere recoger resultados claros de que funciona no hay ningún problema en evaluar. Lo que hay que garantizar es que la prueba se diseñe bien, que sea rigurosa y con criterios claros y que los alumnos y los profesores sepan lo que tienen que hacer para estar preparados. Lo que está claro es que los resultados de la educación no eran buenos. Si se hace bien, funcionará.

Hay quien cree que la reválida hará que los alumnos que tienen más problemas se desmotiven o tengan más riesgo de abandonar al no aprobar cuando los que evalúan no son profesores que ven su esfuerzo cotidiano.

Uno de los principios básicos de la educación es que cuando un alumno obtiene un título debe obtenerlo en igualdad de condiciones que el resto. Lo que sí que creo es que a ese niño al que le cuesta hay que darle todas las oportunidades para que llegue al nivel; garantizarle todos los apoyos por parte de sus profesores y de las administraciones. Le estaríamos haciendo un flaco favor a ese alumno si dejamos que pase sin estar preparado, pero hay que garantizar que se le dan las oportunidades desde antes.

¿Y se puede dar apoyo a todos?

Si no hay suficiente presupuesto, hasta donde podamos, pero tenemos que hacerlo. Uno de los problemas que ha tenido la Lomce ha sido aparecer en un momento de problemas económicos, pero poco a poco tenemos que ir mejorándolo y lo iremos haciendo. Y llegar cada vez un poco más lejos. No nos podemos parar.

Pasando a la universidad, ¿no cree que puede ser un caos para las familias que cada comunidad o universidad pueda tener pruebas de acceso diferentes al desaparecer la Selectividad?

El formato final está por definir, ya dijo el ministro que trabajaríamos sobre él durante este año.

¿Pero usted qué propone?

Yo lo que quiero es que se consensúe el mejor modelo posible y que se haga bien. La Lomce deja libertad de acción y si una región quiere simplemente hacer una media con la nota de la reválida y la nota del Bachillerato, puede hacerlo. O se puede hacer una prueba diferente en cada comunidad.

Pero eso puede llegar a ser un problema... Diecisiete modelos de acceso diferentes y alumnos viajando entre comunidades para poder acceder a universidades en otras regiones.

Insisto en que ese es un tema abierto a debate, lo ideal sería llegar al consenso de que la prueba de cualquier comunidad sea válida en el resto del país.

Valencia ha anunciado una medida para alcanzar gratuidad de los libros de texto. Los ayuntamientos darán cien euros al presentar la factura y se abonarán otros cien al entregar los libros del curso anterior. ¿Se plantea una medida similar?

Bueno, lo de Valencia hay que leerlo bien. En primer lugar, lo que no dice el Gobierno valenciano es que parte de ese dinero para libros procede del Ministerio. Y en segundo lugar, ha puesto en marcha una medida en la que los ayuntamientos y las diputaciones tienen que participar sin contar con ellos. A ver si lo hace, y si es así, estupendo. Pero también habla de los bancos de libros, y eso es algo que nosotros incentivamos desde hace tiempo en nuestros colegios e institutos. También estamos animando a los centros para que preparen sus propios materiales y no haya que comprar libros. Y hemos aumentado las becas un 70%; quiero decir, que no estamos atrás de Valencia.

¿Se plantea subir los umbrales de renta para las becas?

Claro, ahora están como están y conforme se vaya pudiendo los iremos cambiando. Ojalá llegáramos un día a un sistema en el que los libros estuvieran asegurados para todo el mundo, pero hay que hacer las cosas bien hechas.

¿Por qué no se va a notar el descenso de la ratio pedido por el Ministerio?

Primero, porque nosotros no tenemos las ratios altas, estamos en 26, 27, y en algún caso en 28, pero por circunstancias concretas de necesidades de escolarización de familias. Pero, además, esta decisión ha llegado cuando estaba toda la escolarización hecha y no podemos desplazar a cinco niños de un aula a otra poco antes de empezar el curso. Con tiempo se puede hacer.

¿Habrá zona de escolarización única?

Por el momento no nos lo hemos planteado, veremos más adelante.

¿Qué proyectos tienen en mente para mejorar la situación de la educación?

Hay que mejorar la calidad, de hecho este es el nombre de la ley.

Eso es muy genérico...

Seguir desarrollando el bilingüismo y también apostar por el profesorado, asegurarnos de que sea el suficiente y el adecuado y garantizar su formación. De alguna manera, que se sienta protegido. Otro de los puntos a los que prestaremos atención es a la modernización de la FP.

¿Eso implicará la reducción de su carga lectiva?

De momento no podemos. Estamos como estamos económicamente y tenemos que salir adelante. Poco a poco iremos mejorando.

Los profesores están nerviosos por la aplicación de la Lomce en Secundaria y todos los cambios que conlleva, ¿qué les diría?

No están nerviosos, otra cosa es que estén preocupados por hacer las cosas bien, como siempre que hay un cambio. Eso es loable.

La perspectiva de las elecciones generales complica las cosas, un cambio de Gobierno podría implicar la derogación de la Lomce...

Sería bastante trágico, porque a todas las leyes hay que darles un tiempo para que las cosas buenas que tienen puedan verse y la Lomce tiene muchas cosas buenas.