Por 63 votos a favor, 12 en contra y una abstención, el Consejo del Agua de la Cuenca del Segura dio ayer el visto bueno al plan de cuenca que estará operativo durante el periodo 2016-2021. El borrador del plan rebaja de 480 a 400 hm3 el déficit estructural de la cuenca, respecto al anterior plan, al haberse reducido en un 10% el consumo del abastecimiento y por haberse incorporado un 60% más de agua desalada a los recursos propios de la cuenca.

En concreto, la desalinización se incrementa en 54 hm3, al pasar de 139 hm3 en el plan ahora vigente, a 193 hm3 en el que estará operativo en los próximos cinco años. De éstos, 126 hm3 se han destinado a usos agrarios y 67 a consumo humano. Todo hace pensar que la desalación gana terreno a los recursos del Trasvase Tajo-Segura, toda vez que el incremento de su uso compensaría la subida del límite por debajo del cual no se puede enviar agua al Segura (de 240 a 400 en el año 2019, con incrementos anuales de 16 hm3).

Por lo que respecta a la bajada de un 10% del agua destinada a beber -en torno a los 26 hm3-, ha sido la crisis económica la causante de esta menor demanda, ya que la actividad empresarial sufrió un importante varapalo.

El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), Miguel Ángel Ródenas, explicó que se ha estado trabajando en este texto durante los dos últimos años y que se han incorporador 110 alegaciones de los colectivos que han participado en su redacción: «Este plan revisa y mejora» el texto anterior, dijo.

Ródenas también destacó que el organismo de cuenca cumpliera con los plazos marcados desde la Unión Europea, y que eran una condición para recibir las ayudas de los fondos europeos. Y se mostró satisfecho de que haya salido adelante por una mayoría de votos, porque «es necesario que la cuenca esté unida; es necesaria una unidad socioeconómica».

Los votos en contra del borrador corresponden a los representantes del gobierno de Castilla-La Mancha, del ayuntamiento de Hellín, del gobierno de Valencia y del ayuntamiento de Caravaca de la Cruz, todos del PSOE. En todos ha habido un cambio de color tras las últimas elecciones y afirman que ellos no han colaborado en la elaboración del borrador que ayer se presentaba para su aprobación, por lo que «no es nuestro plan».

Contenidos obligatorios

El nuevo plan debe ahora superar la Evaluación ambiental Estratégicay después someterse al dictamen del Consejo Nacional del Agua antes de su aprobación definitiva por parte del Gobierno mediante Real Decreto.

El borrador, según fuentes de la CHS, cumple todos los contenidos obligatorios que marca la Ley de Aguas. Entre las mejoras respecto al primer documento figuran los avances en la caracterización, identificación y definición de todas las masas de agua, tanto superficiales como subterráneas; la actualización de los inventarios de recursos hídricos, presiones, usos y demandas; el refuerzo de la evaluación de los caudales ecológicos y el incremento de los caudales mínimos; el refuerzo de los programas de seguimiento de las masas de agua; y un estudio sobre la recuperación del coste de los servicios del agua más amplio.