El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Angel Ródenas, y la consejera de Agua, Agricultura y Medio Ambiente, Adela Martínez-Cachá, coincidieron ayer en dejar claro que en la Región «todo el mundo está regando; nadie ha dejado de regar pese a la sequía», dijo Ródenas. La consejera, además, indicó que se ha estado trabajando «mucho» desde el Gobierno regional y desde el ministerio de Agricultura para que los agricultores hayan contado con el mismo agua que el año pasado. Pese a todo, no pudo evitar el advertir de que hay un serio «riesgo» de que este mes de septiembre no llegue ni una gota del Tajo para regadío.

«Nos guste o no, con los informes técnicos y las reglas del Memorándum, la ministra puede llegar a tomar esa decisión», dijo.

Por eso, el presidente de la Comunidad, Pedro Antonio Sánchez, pedirá en la reunión de mañana con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, que baje el precio del agua desalada y se amplíe la vigencia del decreto de sequía.

Déficit «estable»

Por su parte, el secretario general del PSRM, Rafael González Tovar, advirtió que dado que el déficit hídrico de la Región es «estable», el uso del agua desalada no será una medida provisional, por lo que su precio debe ser accesible para los agricultores, y afirmó que el PSOE trabajando para que se reduzca un 50%.