Un 68 por ciento de los municipios de la Región, en concreto 31, han logrado hasta ahora pasar la prueba del algodón de la liquidación presupuestaria del ejercicio de 2014, unas cuentas que cada año mira con lupa el ministerio de Hacienda. En la otra cara de la moneda se sitúan, al menos, cuatro municipios, que en un principio van a tener que afrontar nuevos recortes o subidas de impuestos en los prespuestos de 2015 y 2016 hasta que les cuadren las cuentas.

Hay una tercera categoría, la de los municipios que aún no han remitido la liquidación del presupuesto de 2014, ni la información que requiere la normativa de estabilidad presupuestaria. En este apartado, en la Región, se encontraban hasta el 31 de julio, diez municipios.

Así se desprende de la última resolución del ministerio de Hacienda en la Oficina de Coordinación Financiera con las Entidades Locales, en la cual los ayuntamientos pueden comprobar si cumplen o no con el objetivo de estabilidad recogido en sus presupuestos.

A finales de julio, el Ministerio informaba a través de ese cauce que cuatro municipios «no cumplen» los objetivos de estabilidad presupuestaria en la liquidación del presupuesto de 2014. Principalmente, se produce un desfase entre ingresos y gastos, lo que provoca saldos no financieros negativos (esto es, más gastos que ingresos).

Aunque la condición de incumplidor en términos de estabilidad también se debe a otros criterios. Entran en juego complejos conceptos técnicos como la regla de gasto, que obliga a que los pagos no superen los ingresos fijos de cada año, sin contar partidas extraordinarias.

En esta relación, aparecen los municipios de Aledo, Mula, La Unión y Villanueva del Río Segura. Se da la circunstancia de que, pese a que Aledo aparece con saldo positivo, el Ministerio le cataloga como «no cumplidor». Se debe a que el Ayuntamiento ha incluido partidas de ingresos extraordinarios, es decir, que no proceden de los impuestos. Un ejemplo puede ser los ingresos procedentes de ventas de patrimonio. Son cuentas puntuales que el Ministerio no computa en la liquidación.

La consecuencia directa del incumplimiento de estabilidad es que los ayuntamientos tienen que presentar al Ministerio un nuevo plan económico financiero para este ejercicio y el próximo. Esto puede suponer más recortes o la búsqueda de nuevos ingresos mediante la subida de impuestos.

En la lista de la Oficina de Coordinación aparecen otros diez ayuntamientos que aún no han enviado su liquidación y que, presumiblemente, deberán ser sancinados por no presentarla a tiempo. En este caso, a fecha 31 de julio, se encuentan los municipios de Albudeite, Campos del Río, Ceutí, Librilla, Mazarrón, Moratalla, Ojós, Pliego, Ricote y Totana.

Entre los 31 municipios ´cumplidores´ figuran dos, San Pedro del Pinatar y Ulea, en los que figura un saldo negativo. Esto, que pudiera suponer un contrasentido, tiene una fácil explicación, según comentaron fuentes de Hacienda a esta Redación: ambos municipios cumplen en el apartado más importante para el Ministerio, el déficit. Si este apartado está ´saneado´, el departamento que dirige Cristóbal Montoro pasa por alto los números rojos en la deuda o en las reglas de gasto.

Tradicionalmente, Hacienda retenía a este último grupo de ayuntamientos las entregas mensuales a cuenta de la participación en los tributos del Estado que les pudiera corresponder, en aplicación de la ley de Economía Sostenible de 2011. El bloqueo del dinero se mantenía hasta que los ayuntamientos hacían efectivo el envío de la liquidación.

Sin embargo, las mismas fuentes ministeriales manifestaron que este año Hacienda iba a ampliar hasta octubre el plazo, puesto que tenían en cuenta que muchas corporaciones habían cambiado de color tras las elecciones municipales de mayo y no les había dado tiempo a elaborar la liquidación.

«Ya nos toca»

En general, Hacienda está satisfecha de los resultados de la liquidación de los presupuestos municipales de 2014, debido a que se ha producido un superávit mayoritorio, «lo que no podemos decir de las comunidades autónomas», apuntaron desde el Ministerio.

En esta línea argumental se sitúa el concejal de Hacienda del ayuntamiento de Murcia, Eduardo Martínez Oliva, quien destacó que la administración local española en general, y en particular en la Región, «es la más cumplidora de todas las administraciones y la que más controlada está por el Ministerio».

«Por eso -añadió- ya nos toca y queremos una financiación más justa y adecuada a los servicios que prestamos a nuestros vecinos; este asunto se tiene que afrontar cuanto antes».

Murcia cerró 2014 con un superávit de más de 66 millones de euros, lo que le va a permitir reducir el endeudamiento financiero, amortizando casi 9 millones de euros de deuda a largo plazo y ahorrándose casi un millón en intereses. El Ministerio permite a los ayuntamientos tener hasta un 110% de este tipo de deuda. El consistorio murciano está en el 58% y con esta operación se quedaría en un 52-53%. «Pocos ayuntamientos de España están en estos porcentajes», concluyó.