La ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, tiene sobre la mesa informes técnicos de la Junta de Explotación del Trasvase Tajo-Segura contrarios a que se envíe agua para regadío en lo que resta de año hidrológico (hasta el 30 de septiembre) argumentando que los embalses de cabecera están en situación de «extrema gravedad». Sin embargo, la ministra ha autorizado el desembalse de 15 hm3 (frente a los 20 esperados) para el mes de agosto, de los cuales la mitad irán a abastecimiento y el resto a riego.

Esta decisión no ha sentado bien ni a los dirigentes de Castilla-La Mancha ni a los regantes del Segura, y ambos critican la decisión de Tejerina.

El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, José Manuel Claver, definió este recorte en 5 hm3 como «una bajada de pantalones» del Ministerio ante las presiones que está ejerciendo el presidente manchego Emiliano García-Page, contrario a cualquier envío.

«El 1 de agosto había 410 hm3 en los pantanos de cabecera, 106 de ellos excedentarios, y recibir menos trastoca toda la distribución del agua que teníamos planificada hasta el final del año hidrológico», argumentó Claver, quien se preguntó qué pasará en septiembre, pues también en ese mes contaban con recibir 20 hm3.

El presidente de los regantes murcianos se mostró convencido de que sin las algaradas de los manchegos, el trasvase hubiera sido de 20 hm3, como estaba previsto. «Esta decisión es fruto de un Gobierno y de un Ministerio pusilánime que se deja arrugar a la primera de cambio por lo que dice García-Page».

En la misma línea se manifestó el dirigente de Ciudadanos en la Región, Miguel Sánchez, quien mostró «su perplejidad e indignación» ante el recorte, y añadió que estaba claro «que es un tema político para contentar» a los manchegos. Sánchez propuso que el Taibilla utilice el agua desalada para beber y libere los caudales del Tajo destinados a abastecimiento para su uso agrícola.

Cachá, conciliadora

La titular de Agua, Agricultura y Medio Ambiente de Murcia, Adela Martínez-Cachá, se aleja de estos argumentos. «Hay que mantener la calma porque las decisiones de la ministra siempre se basan en informes técnicos, que a su vez siguen las reglas de explotación recogidas en la ley del Memorándum».

En su opinión la decisión de García Tejerina, «en absoluto» ha estado condicionada por las presiones de Castilla-La Mancha y adelantó que tanto el presidente murciano, Pedro Antonio Sánchez, como ella le habían reclamando al Ministerio que con carácter urgente abriera la batería de pozos de sequía de la cuenca del Segura para paliar los recortes, así como que con carácter urgente se ampliara el decreto de sequía más allá del 31 de diciembre.

Menosprecio a los manchegos

Por su parte, la consejera de Fomento de Castilla-La Mancha, Elena de la Cruz, calificó de «una simple venganza política» el nuevo trasvase, una derivación que nuevamente «ha negociado el Gobierno de Mariano Rajoy con un secretismo impropio de un país avanzado».

De la Cruz considera esta autorización como «un claro menosprecio a todas las organizaciones, plataformas, alcaldes, concejales y ciudadanos de la cabecera del Tajo que llevan todo el mes reclamando el fin de los trasvases». El Gobierno manchego adelantó que también llevará este trasvase a los tribunales.