La Región tendrá un nuevo ecosistema protegido a principios del próximo año. Ese es el objetivo del Gobierno de la Comunidad, anunció ayer el jefe del Ejecutivo regional, Pedro Antonio Sánchez, durante su visita en barco a la reserva marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas con motivo de su veinte aniversario. Esta otra reserva protegida sería la segunda, de las seis que existen en el Mediterráneo. «Vamos a ampliar la fórmula de éxito a Cabo Tiñoso para seguir protegiendo nuestro litoral, aprovechando nuestros recursos de forma sostenible y razonada», comentó el presidente.

Tras la reunión mantenida con los sectores pesquero y de buceo que operan en el ecosistema de Cabo de Palos e Islas Hormigas, Sánchez señaló que desde el Ejecutivo regional se está trabajando para constituir «una marca de calidad para las actividades tradicionales de pesca tradicional, las únicas permitidas en el lugar» y, de esta forma, «mejorar la economía local para seguir generando más empleo» explicó.

Fuentes de la Comunidad destacaron los fondos de naturaleza rocosa a diferentes profundidades, donde se encuentran representadas la totalidad de especies animales y vegetales del litoral murciano. «Es un espacio de gran interés científico para la regeneración y repoblación natural de los recursos pesqueros por su gran riqueza biológica y por su gran diversidad», declaró Sánchez, quien explicó que esta zona protegida también «es una de las más preciadas para disfrutar de los recursos presentes en el medio marino, así como de la actividad subacuática que atrae a miles de visitantes», apuntó.

«Tenemos un espacio protegido que nos ha permitido entre todos cuidar el ecosistema, respetar y mantener su riqueza ecológica y hacerlo compatible con una pesca tradicional y con empleos en el sector turístico, a través del buceo», dijo el jefe del Ejecutivo regional.

2.000 hectáreas de naturaleza

Sánchez indicó los numerosos atractivos que hacen de la reserva de Cabo de Palos-Islas Hormigas, de cerca de 2.000 hectáreas, «un referente internacional», donde el año pasado se hicieron cerca de 24.000 inmersiones de buceo, y un total de 9.000 el pasado julio.

El presidente de la Región explicó que la actividad pesquera en esta zona protegida «está muy limitada» a una flota artesanal y tradicional reducida a doce embarcaciones. Además, recordó «la extraordinaria labor» de las administraciones públicas y de la Guardia Civil que han incrementado la vigilancia para evitar casos de pesca furtiva que pongan en peligro el ecosistema como los registrados el 5 y el 10 de agosto por dos buceadores que fueron detenidos.