«Las cañas crecen de manera muy rápida por el sol», explican fuentes de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS). Arundo donax es una especie invasora que pertenece a la familia de las gramíneas (poaceae). Se trata de una de las más grandes de su género y sus hojas alternas pueden permanecer verdes durante todo el año, aunque amarillean en los meses del invierno, «donde entra en una fase de periodo vegetativo», según recogen los expertos en la materia.

El intenso sol murciano hace que crezcan entre tres y cuatro centímetros al día. «Su crecimiento es muy alto; en un mes son plantas muy grandes», señalan en la CHS. Por ello, las cañas están catalogadas como una de las especies invasoras «más dañinas del mundo», ya que sin control ni cuidado se forman en cañaverales que causan transformaciones en los ecosistemas que invaden. Su tallo es grueso y hueco y su zona posterior puede alcanzar una altura de cinco o seis metros. Y su floración tiene lugar a final del verano y a comienzos de otoño.

«Los cañaverales funcionan en la práctica como muros en los márgenes de los ríos, ya que concentran la energía del flujo del agua en el cauce, lo que hace que se desmoronen las orillas durante las crecidas», indican los expertos. «Son potencialmente graves porque pueden taponar puentes e impedir el correcto funcionamiento de las estructuras que controlan las inundaciones», agregan.