En 1998, Robert Redford enseñó al mundo lo que era la doma natural con El hombre que susurraba a los caballos. En 2015, Luis Eneas seguirá las mismas técnicas con su corcel Caramelo, en un viaje por Europa que lo llevará cabalgando a Bélgica desde finales de agosto hasta principios de noviembre.

Todo comenzó en 2001, cuando encontró a Caramelo en una cuadra de Molina. Su familia no podía costearlo, y menos pagarle a Luis clases de equitación. Pero durante dos años pudo darle cobijo y agua en el camping Las Nogueras de Nerpio (Albacete), sin que le cobraran nada por su manutención.

El cuidado diario del animal era un sacrificio que realizaba con una sonrisa, pero comprendió que era «un ignorante en el tema». Así que preparó a Caramelo y, juntos, realizaron su primer viaje hasta Palma del Río (Córdoba), donde se formó en la escuela de herradores Manuel de la Rosa. Pero no era suficiente. Un compañero le habló de academias en el centro de Europa dedicadas a formar gratis -incluyendo alojamiento y comida­- caballistas a cambio de ser el ayudante de un experto. Y Luis lo tuvo claro: aparcó sus estudios de Veterinaria para embarcarse en una gran aventura.

Un caballo puede aguantar 40 kilómetros al día, por lo que durante dos meses recorrerá un total de 2.200 kilómetros. Descansará de día y viajará de noche para aprovechar menores temperaturas y se servirá de los recursos que le han proporcionado algunos patrocinadores para poder realizar su hazaña.

Su forma de criar al animal es la llamada doma natura, una fórmula utilizada en el citado filme de Robert Redford: «Hay olvidar las técnicas medievales, espuelas y brocas. Hacen mucho daño a los caballos y estos pueden ser animales mansos si tienen un buen contacto con su dueño», señala el jinete.

Reconoce que, e sus viajes, ha hecho muchos amigos: «Una vez viajé desde Murcia hasta Nerpio sin descansar, 36 horas. Una familia me invitó a café, churros y agua para el caballo». También recuerda con cariño otro de sus viajes en el que se encontró con un grupo de scouts de Granada. Una niña se acercó a él y reconoció a Caramelo: lo había montado cuando aún no pertenecía a Luis y todavía perduraba en su memoria el recuerdo del animal.

Entre sus proyectos para el viaje está la grabación de un documental. Será un fragmento de 10 minutos semanales en los que explicará sus vivencias y que se podrá seguir a través de www.laopiniondemurcia.es. Bromea diciendo que se convertirá en un «´youtuber´ reportero a caballo». Su otra pasión es la música. Es cantautor y forma parte de un grupo llamado La Eneida. Dice que echará de menos su guitarra durante su camino. Aún así, le gustaría realizar un viaje con su instrumento y convertirse en un «caballero errante y trovador».

Tras terminar sus estudios en Bélgica, se trasladará a Dinamarca para seguir formándose. Pero su ilusión la marcó Serrat con su canción Mediterráneo. Sueña con recorrer toda la costa, de Algeciras a Creta, a través de la GR-7. Le llevaría cuatro años completar los 20 países que componen el camino. Un total de 15.000 kilómetros para este quijote murciano y su valiente Rocinante.