La integración racial es uno de los principales problemas en Murcia. Personas de todo el mundo pueden convivir día a día con el peso que supone la aceptación de las costumbres y hábitos de los que los rodean. Se trata de una situación muy familiar para Hajar Koudad Kasmi, una joven murciada de origen marroquí que acaba de ser galardonada, a sus 16 años, con el Premio Nacional de Juventud 2015.

¿Cómo ha llegado a recibir el Premio?

Se trata del reconocimiento de un trabajo de voluntaria que he estado realizando desde hace tres años y por el que no esperaba nada a cambio, solo el placer de ayudar a los demás.

¿Cuál es la imagen más bonita que recuerda de su actividad como voluntaria?

Cuando tenía 13 años me llamaron para participar en una excursión. Muchos chicos inmigrantes no podían comunicarse con los monitores, pero a mi se me dan bien los idiomas y pude ayudarles. Lo más especial fue que los niños me miraban como si mi trabajo les ayudara mucho. Ahí descubrí que tenía buena mano con los las pequeños y me decidí a participar en más actividades. Sé lo que es que te discriminen por ser diferente y eso me animó a ayudar a los demás.

¿Qué es lo que hará ahora que ha recibido el premio?

Seguir como voluntaria. Soy una persona muy activa y me gusta lo que hago. Ahora mismo estoy pasando las vacaciones en Marruecos, pero en septiembre voy a ayudar a dos hermanas del barrio que tienen una enfermedad rara que provoca que no puedan tomar el sol. Realizaré actividades con ellas y juegos para que no les afecte tanto el tener que estar en casa tanto tiempo.