El transportista murciano que fue agredido el pasado miércoles por ganadores franceses ha regresado a España, aunque de momento se encuentra en Barcelona. El conductor se recupera de la fractura de costilla, a la espera de poder volver a Murcia. Así lo confirmó ayer Antonio Luna, director de Recursos Humanos de la empresa atacada, El Mosca. La compañía aprovechó la visita del consejero de Desarrollo Económico a su sede en Molina de Segura para denunciar la situación de «indefensión» que viven los camineros españoles y murcianos en suelo francés. «Los conductores temen por su vida tras los últimos hechos», manifestó Luna.

El clima de conflictividad y «tensión» se mantiene en las rutas galas en dirección hacia Inglaterra que pasan por Poitiers, la ciudad gala donde ocurrió el ataque. «No están concentrados en la conducción, sino que tienen miedo de ser atacados», sostiene el responsable. Y es que, según asevera Luna, «los camioneros sufren robos y les bloquean el paso, lo que les provoca retrasos en sus encargos», denunció, y lamentó que «están haciendo difícil la vida a los transportistas».

Las consecuencias del ataque se traducen en «pérdidas» económicas: «Son 20.000 kilos de carne desparramados por el suelo», dice Luna, y añade que también se ve afectada la siniestralidad. «Asumimos todos los gastos derivados del incidente y hemos tenido que contratar a otro conductor para suplir al trabajador», asevera.

La empresa se puso en contacto con los servicios jurídicos de la patronal murciana de transportistas (Froet) y también se reunió con el consulado español para establecer medidas ante el incidente. «Nos preocupa mucho lo que está pasando», claman.