A la escasez de recursos procedentes del Trasvase Tajo-Segura se ha unido el empeoramiento de la sequía en el campo por las consecutivas olas de calor que azotan la Región. Los agricultores se están viendo obligados a utilizar hasta un tercio más de agua para regar sus plantaciones de fruta de verano y evitar perder el cien por cien de la cosecha.

«Yo tengo riego por goteo en mi finca y por culpa de las temperaturas abrasadoras de estos pasados día he tenido que regar más las sandías para no perderlo todo», explica el presidente de Coag, Miguel Padilla, quien considera que la Región «no puede esperar ni un día más a que desde Madrid dejen de jugar con nosotros y nos den una alternativa al Trasvase». «Sequías hemos tenido antes, pero siempre nos las hemos arreglado-añadió-. Pero ahora, nada de nada, estamos peor que nunca y los ánimos están muy caldeados».

De la misma opinión es el secretario general de Upa, Marcos Alarcón, quien recordó que esta organización ya advirtió que en el Memorándum del Tajo sólo se reducía el volumen de agua trasvasable, «pero no se incluían caudales alternativos para momentos de sequía como el actual».

Alarcón insistió que «nos ponen difícil acceder a las aguas sobrantes, al agua desalada... Mucho me temo que esto va a provocar una reconversión salvaje del sector, en el que caerán los pequeños agricultores y sólo se salvarán los grandes productores, los que puedan comprar el agua».