El Gobierno regional que tomará posesión la próxima semana, después de veinte años de mandato del PP, recibirá una pesada herencia de sus antecesores, con la que deberá cargar los próximos cuatro años. Los problemas de la deuda y la financiación, después de un año de alegrías en el que no ha habido plan de ajuste a causa de la doble convocatoria electoral que toca en 2015, se recrudecerán en cuanto vuelvan a guardarse las urnas y la Administración del Estado tenga nuevo Ejecutivo.

Sea cual sea el color del Gobierno central que salga de las elecciones legislativas previstas para el otoño, tendrá que acabar la tregua concedida por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a las comunidades autónomas maltratadas por el sistema de financiación autonómica, que debía haberse renovado el año pasado.

El ministro ha rebajado los créditos del FLA, que salen a interés cero, pero la deuda de 7.214 millones acumulada hasta el primer trimestre de este año sigue saliendo muy cara a la Comunidad Autónoma, que tiene que destinar cientos de millones al pago de las amortizaciones que van venciendo.

En el presupuesto de 2015 figuraban 718 millones -sobre un presupuesto total de poco más de 4.000- destinados al pago de intereses y amortizaciones. Aunque la rebaja de Montoro ha permitido reducir en parte la factura financiera, el capítulo de gastos financieros lleva varios años situándose por encima de las inversiones, que en la mayoría de los casos ni siquiera llegan a ejecutarse.

Mientras tanto, la devolución del cuarto de la paga de Navidad suprimida en 2012 a los funcionarios que la Comunidad abonó el pasado mes de marzo ha incremento en 22 millones el capítulo de personal. Después de cuatro años de recortes, los 50.000 funcionarios de la Comunidad esperan un nuevo gesto de Montoro. La sanidad y la Educación siguen peleando la ampliación de la plantilla. ­

En contrapartida, los ingresos que la Comunidad recibe a través de la recaudación de tributos han aumentado un 10% hasta el mes de mayo, aunque el Gobierno regional no ha aclarado si esta mejora llega a cubrir las previsiones recogidas en los presupuestos de 2015 o está calculada con relación a los números del año pasado.

El primer cometido del nuevo Gobierno será elaborar el presupuesto de 2016 contando con estos mimbres y con la certeza de que Montoro o el ministro que tome las riendas de Hacienda tras las elecciones generales será menos complaciente con las autonomías más descontroladas en el gasto. Sin embargo, el desfase será inevitable mientras la Región siga recibiendo cada año entre 250 y 300 millones menos de lo que debería.

La reforma de la financiación autonómica será sin duda el caballo de batalla de la nueva legislatura, aunque los cambios en el modelo que reclama Murcia y otras regiones vecinas -como la Comunidad Valenciana y Baleares- y el consenso resultarán más difíciles con el nuevo mapa autonómico.

El nuevo presidente de la Comunidad ya no tendrá en Valencia a un homólogo en el que apoyarse en cuestiones como la financiación autonómica o el agua, tal y como ha ocurrido durante veinte años entre los inquilinos de San Esteban y de la Generalitat. El pacto de los socialistas valencianos con Compromís hace imposible la complicidad del pasado. Tampoco en Castilla-La Mancha habrá ningún tipo de comprensión tras la investidura del socialista Emiliano García-Page.

En la mochila pesará también el desenlace de las investigaciones judiciales de Corvera, Novo Carthago o la desaladora de Escombreras. Sea cual sea el resultado, la agenda de la legislatura estará marcada por los tribunales, tal y como ha ocurrido hasta ahora.

ECONOMÍA

Baja el desempleo, pero la rotación de los contratos es cada vez mayor

El mercado laboral ha experimentado una clara mejoría en el último año, con la caída el paro y un aumento de la afiliación a la Seguridad Social, que el presidente del Gobierno en funciones, Alberto Garre, cifra en 21.350 nuevos cotizantes. Sin embargo, el empleo es muy precario y los contratos que hacen las empresas tienen una duración más corta, lo que genera una enorme rotación en los puestos de trabajo. En el mes de mayo se firmaron en la Región casi 90.500 contratos, según los datos del Servicio Público de Empleo (antiguo Inem), lo que supone 3.000 al día. Sin embargo, en todo el mes salieron del paro.