El caso de un niño de seis años en Barcelona afectado por la difteria, una enfermedad muy grave y que estaba desaparecida en España desde hace casi treinta años, ha hecho que a muchos ciudadanos les salten las alarmas: ¿de verdad hay padres padres que no vacunan a sus hijos?, se preguntan muchos desde que el martes se conoció la noticia.

La respuesta es que sí, que hay familias que están en contra de la vacunación y que ponen muy pocas o ninguna de estas protecciones a sus hijos por miedo a los efectos adversos o porque creen en una crianza más natural y en la homeopatía. En la Región de Murcia en torno a una treintena de recién nacidos no reciben las vacunas del calendario vacunal, según una estimación partiendo de los datos que maneja Sanidad.

José Antonio Navarro, jefe de Servicio de Prevención y Protección de la Salud de la dirección general de Salud Pública y Drogodependencias, asegura que la tasa de vacunación en la Región es del 99%. Del 1% restante, Sanidad asume que ocho de cada diez recibe las protecciones, pero que por errores del sistema no se registran. Eso deja una estimación de un 0,2% de bebés que no reciben vacunas.

Teniendo en cuenta que nacen más de 16.000 niños año año, el resultado son esa treintena de bebés sin vacunar.

Navarro sostiene que entre los padres que deciden no poner vacunas a sus hijos «están los que tienen dudas por los posibles efectos de los que muchos hablan y lo que no tienen miedo a la enfermedad», aunque insistió, «en que este movimiento es más una filosofía de vida que no está sustentada en evidencias científicas».

El problema con estas familias «es que no es posible intentar convencerles porque sus argumentos son inamovibles y prefieren asumir el riesgo de la enfermedad alegando supuestos complots en la industria farmacéutica o que hay vacunas en mal estado y esto no es así», sostiene el responsable de Sanidad, que recueda «que esto es un asunto importante y solo hay que ver los 650 contagios de sarampión en Disneyland, en Estados Unidos, los 1.200 de Berlín o los 3.800 en toda Europa».

A pesar de estos casos, las autoridades sanitarias regionales no creen que este pequeño porcentaje de niños a los que no se vacuna supongan un problema sanitario «porque están protegidos por el resto de la población vacunada, es lo que se conoce como el efecto rebaño».

La consejera de Sanidad, Catalina Lorenzo, también recordó ayer la importancia de seguir el calendario vacunal recomendado «porque lo ocurrido demuestra que puede haber consecuencias graves, ya que en un mundo globalizado una enfermedad que está erradicada aquí, puede no estarlo en otro sitio y llegar a afectar a alguna persona».

No obstante Lorenzo lanzó un mensaje de tranquilidad porque la no vacunación en Murcia es residual «y el programa que mejor funciona en la Atención Primaria es el del niño sano», centrado entre otras cosas en la vacunación.