Investigadores del Hospital Virgen de la Arrixaca de Murcia acaban de comenzar un estudio que se alargará durante al menos una década y que pretende encontrar las causas del origen del asma en la alimentación de las madres durante el embarazo y en todo lo que rodea al bebé durante los primeros días de vida. Para hacerlo, durante los próximos tres años observarán y estudiarán los hábitos de mil mujeres gestantes y a sus hijos, haciéndoles un seguimiento durante al menos los primeros siete años de vida. Será una especie de Boyhood científico. Teniendo en cuenta que uno de cada diez niños sufre esta enfermedad respiratoria, con esta muestra los investigadores esperan poner algo de luz a los orígenes de esta enfermedad crónica, ya que que algunos estudios previos parecen indicar que hay una relación directa con la alimentación.

El asma, una enfermedad crónica que provoca crisis respiratorias, tiene un origen desconocido para los científicos, que por el momento solo han conseguido desarrollar fármacos que previenen y estabilizan las crisis. El martes se celebra el día mundial de esta enfermedad.

Este ambicioso estudio será desarrollado por los investigadores de la cátedra de Pediatría de la Universidad de Murcia, en la Arrixaca, en colaboración con la cátedra de Ginecología y otros servicios del hospital. Al frente de este trabajo -que recibe el nombre de proyecto NELA-?están los doctores Manuel Sánchez Solís y Luis García-Marcos Álvarez. «Ya hay algunos estudios que muestran que la dieta mediterránea previene y disminuye los efectos del asma y que el consumo del aceite de oliva tiene un papel preventivo. Este complejo estudio pretende arrojar algo más de luz sobre la influencia que tiene en el desarrollo de la enfermedad los factores ambientales durante la gestación y los primeros días de vida», explica el doctor Sánchez Solís, que detalla que esta investigación prestará especial atención a esos primeros momentos de la vida del pequeño porque durante esos días se enfrenta por primera vez a un medio en el que va a vivir y parece que en esa primera fase se acomoda la respuesta genética ante los factores ambientales. Por eso se explica, por ejemplo, que hijos de inmigrantes desarrollen las enfermedades del país en el que viven, pero no las mismas que tienen sus padres.

Los investigadores murcianos sospechan que en esa combinación de alimentación y adaptación al entorno de los primeros momentos están muchas respuestas sin resolver «sobre una enfermedad sobre la que tenemos muchas sombras», recuerda el especialista. Las madres que participarán en el estudio son pacientes del servicio de Ginecología y Obstetricia a las que se les ofrecerá la posibilidad a partir de la semana 20 de gestación. Ellas solo tendrán que seguir con su vida normal y los investigadores tomarán datos. La selección de participantes en el estudio se alargará durante tres años y sus hijos irán pasando periódicamente los controles de parámetros de los científicos hasta que tengan unos siete años. Los resultados no se conocerán hasta dentro de una década, aunque Sánchez Solís confía en que en los primeros años ya se puedan ir obteniendo resultados que permitan saber algo más.