Uno de los sentidos en los que se utiliza la palabra cáncer es para hacer referencia a una situación o hecho destructivo. Más allá de eso, el cáncer es una de las enfermedades más conocidas que, por desgracia, afecta a muchas personas a nuestro alrededor. Precisamente para paliar estos efectos destructivos que deja en las personas nace Talía. Se trata del primer centro estético de la Región que trabaja la belleza y el cuidado personal de los pacientes, y es único en la comunidad y en las zonas colindantes.

Esta clínica abrió sus puertas en febrero y tiene su espacio habitual en el Hospital Universtario Virgen de La Arrixaca, pero el pasado jueves aterrizó en Cabezo Cortao con un taller para el Instituto Oncológico del Sureste, en colaboración con el Instituto Madrileño de Oncología (IMO).

Cuatro mujeres, dos de ellas con sus parejas, asistieron atentas a la charla que ofreció Beatriz Sánchez, especialista estética formada en pacientes con cáncer. Una mesa repleta de productos y una mano tendida es lo que se encontraron estas mujeres que presenciaron el taller con ganas de verse mejor, de aprender técnicas de autocuidado y de reconciliarse con el espejo.

Muchas son las entidades que se preocupan y trabajan en favor de las personas que padecen este tipo de enfermedades, ya que además de los propios tratamientos, la ayuda psicológica es imprescindible. La Fundación Grupo IMO es una entidad privada sin ánimo de lucro que aporta recursos de calidad a la lucha contra el cáncer. Es necesario que haya información y concienciación, ya que «siete de cada diez cánceres se pueden prevenir», según afirma esta Fundación. No obstante, una vez que la lucha comienza es importante que los pacientes se sientan en su día a día lo mejor posible.

«Ellas se sorprenden cuando llegan a nuestro centro y ven todo tipo de ropa, elegante, deportiva y de diario, e incluso lencería y bañadores bonitos que pueden probarse allí mismo», señaló Beatriz, que recalcó que la mayoría de público que acude a la clínica son mujeres, y salen sorprendidas las que han padecido una mastectomía. «No tienen que perder su silueta», añadió.

Este tipo de clínicas quieren hacer ver a los pacientes que «para todo hay solución», y que durante el tiempo en el que están con la quimio también pueden verse bien. «Además, está demostrado y es una realidad que si te ves guapa, te enfrentas mejor a la enfermedad. Los médicos lo notan, ya que te sube la autoestima», afirmó. «La gente llega a nuestro centro y pega un cambio, salen más animados». Recientemente les ha llegado un encargo de unas cremas para dos hombres que padecen cáncer de uretra. «Nos pareció muy bien, porque estamos destinados a cualquier tipo de paciente. Nuestro producto estrella es la crema de manteca de mango y karité, que sirve para cualquier zona y cualquier tipo de cáncer». Sin embargo, siguen siendo mayoritarias las mujeres que acuden a informarse, según comentó Beatriz: «Un hombre se queda calvo y se ve bien, pero para una mujer es distinto. Les enseñamos las posibilidades de pelucas y cómo ponerse un pañuelo en la cabeza; salen encantadas».

La impresión de los asistentes fue muy satisfactoria, aunque la coordinadora del Instituto, la doctora Adriana Fuentevilla, comentó que esperaba más afluencia: «Lo recomendamos a cualquier paciente, sobre todo a aquellos que se sienten deprimidos y con poca fuerza, ya que la psicooncología les ayuda, especialmente a las mujeres, que al final solemos ser las que más nos preocupamos por lo estético».

«Es otro mundo»

María Pilar fue una de las asistentes a la charla y lleva unos meses con un tratamiento capilar en Almería, donde vive, aunque comentó que algunos datos le habían llamado la atención: «No entiendo la gente que se pone a hacerse tratamientos como implantes de cejas o uñas de porcelana». La propia Beatriz Sánchez les explicó que este tipo de cosas pueden ser perjudiciales mientras se están tratando, y que «hay alternativas, como pinceles específicos o usar esmaltes oscuros».

También Ester, que acudió a la cita con su marido, se mostró encantada con la experiencia vivida en el taller: «Es muy interesante, ahora conozco información que antes no sabía ni a quién preguntar. Es otro mundo».