El ex presidente regional defiende su inocencia y la de su familia en el caso Novo Carthago y subraya que el auto del magistrado Manuel Abadía no significa su imputación. Durante la comparencia, la primera ante la prensa tras conocerse el auto del magistrado Abadía, Valcárcel asegura "no tener nada que ocultar ni de qué arrepentirse". "Vengo a lavar el honor del partido y el de una familia, y el mío, porque yo soy un hombre de honor", ha subrayado. "Me he desplazado de Bruselas aquí y vengo exclusivamente a esto, por mi honor", aseveró.

Ha manifestado también su "respeto" por la Justicia, y ha insistido en que "no he sido imputado". Asegura que su intención no es defenderse, aunque "no procedería tal defensa, pues no hay imputación hacia mi persona".

En su comparecencia, que se ha desarrollado en la sede del PP y que ha generado una gran expectación entre los medios de comunicación, el ex presidente regional ha acusado al magistrado Manuel Abadía de realizar un relato "novelado" y ha negado el carácter de testaferro de su hija. Asegura que es "absolutamente falso" que él fuera el receptor de las cantidades entregadas como regalo de boda a su hija. "El de Abadía es un auto plagado de sospechas, no de indicios".

En cuanto a los empresarios Juan Sánchez Carrillo y José Alberto Meroño, que pudieron beneficiarse de la compra de unos terrenos a Hansa Urbana, promotora de Novo Carthago, "a precios antieconómicos", el expresidente murciano ha dicho que carece de "indicios probatorios" decir que "son testaferros" suyos porque, ha añadido, desconoce cuando se constituyó la citada sociedad o quiénes fueron sus socios primeros.

"Ignoro qué compras realizó la sociedad y a quién, o si la sociedad ha tenido pérdidas o beneficios", ha continuado Valcárcel, quien, sobre el trabajo de su hija para un despacho de Sevilla, ha dicho que desconoce si Hansa Urbana era cliente de esa asesoría. También ha negado que realizara ninguna intermediación para la contratación de su hija, que trabajó para esa firma sevillana 16 meses y tuvo un sueldo mensual de alrededor de 2.000 euros, una cantidad "absolutamente normal", que empleó para los gastos de su estancia en la ciudad andaluza.

Sobre la acusación de Abadía de que él actuó como "integrante de la trama" que propulsó la recalificación urbanística que habría permitido la ejecución de la urbanización Novo Carthago, Valcárcel ha dicho que es "categóricamente falso" que convocara o participara en una reunión con Hansa Urbana, y ha añadido que tampoco "presionó" a ningún miembro de su gobierno para que favoreciera la tramitación del expediente.

"Que la ciudadanía sepa que en los terrenos afectados por Novo Carthago no existe ni un sólo metro cuadrado recalificado dentro del espacio protegido". Además, "a las administraciones regionales y al ayuntamiento de Cartagena no les ha supuesto el desembolso de un sólo euro de las arcas públicas. Entonces, ¿por qué todo esto?".

"La única prioridad en Novo Carthago era el escrupuloso cumplimiento de la legalidad", ha insistido. "Yo no me reuní con representante de Hansa Urbana alguno, y podría haberlo hecho", ha añadido. Asimismo, Valcárcel, quien dijo no estar "preocupado", ha asegurado que siente el total respaldo de su partido, lo cual considera que es "lo normal". "Les aseguro que vamos a ganar las elecciones y vamos a tener el mejor candidato, el que quiere Murcia", resaltó sobre el PP.

"A mí me regalaban cuando me casé una batidora, hoy se regala dinero en las bodas", insistió, sobre el enlace de su hija. "No he percibido nada de las donaciones en metálico hechas a mis hijos, ni un sólo céntimo de dichos obsequios he percibido", subrayó.