El presidente de la Comunidad Autónoma, Alberto Garre, se estaría planteando aprovechar la crisis de Gobierno abierta con la dimisión del todavía consejero Antonio Cerdá - su cese sigue sin ser oficial- para acometer una remodelación más amplia en el Ejecutivo, que afectaría sobre todo a la parcela económica.

Según ha podido saber esta Redacción, Garre destituiría al consejero de Economía y Hacienda, Francisco Martínez Asensio, y daría por concluidos los servicios del comisionado de la Comunidad Autónoma para Asuntos Económicos, Vicente Martínez-Pujalte, diputado nacional y uno de los dirigentes más cercanos actualmente al expresidente Valcárcel.

Los cambios no llegarían, en principio, a la consejería de Educación, Cultura y Universidades, cuyo titular, Pedro Antonio Sánchez, es el competidor del presidente Garre en la carrera por ser el candidato del PP en las elecciones autonómicas. Sánchez solo saldría en el caso de que esta semana el TSJ, en lugar de enviar las diligencias a los juzgados de Lorca, asumiera directamente la querella del fiscal por el auditorio de Puerto Lumbreras y lo imputara -en aplicación de la doctrina interna de Garre-, así como si el Comité Electoral Nacional del PP lo confirma como cabeza de lista electoral. En ese caso, se espera que dimita para centrarse en ganar los comicios.

La remodelación, no obstante, no es inminente. Garre dijo que se iba a tomar el fin de semana de reflexión y es muy posible que no deshoje la margarita hasta el miércoles. Así, irritaría todavía más a una parte del PP regional, porque hasta entonces Cerdá seguiría siendo oficialmente consejero, con el condición de aforado, y el magistrado Abadía, que ha pedido a la Fiscalía que emita en cinco días un informe sobre si debe imputar a Valcárcel, mantendría en sus manos el caso Novo Carthago. Esta tardanza en aceptar y publicar en el BORM el cese de Cerdá está causando un profundo malestar sobre todo en el aparato regional del partido. Con algunos, la ruptura es prácticamente definitiva. En cambio, los que defienden al presidente aseguran que está actuando cumpliendo rigurosamente la legalidad y sin ceder a ninguna presión política.

Un Gobierno sin herencias

De decidirse finalmente por cambiar de consejero de Economía y prescindir del comisionado económico, y tras las salidas de Antonio Cerdá y Manuel Campos, Garre gobernaría durante los próximos tres meses con un equipo en el que la mayoría de miembros, con la sola excepción de Sánchez, han sido directamente escogidos por él y no por sugerencia de su antecesor, Ramón Luis Valcárcel, según se insinúa en el sector más próximo al presidente.

Fuentes del PP daban por segura ayer la salida de Vicente Martínez-Pujalte y la ponían como ejemplo del cisma interno que se vive en el partido. Garre y Martínez-Pujalte eran amigos personales de sus tiempos de diputados en el Congreso. Cuando fue designado candidato para suceder a Valcárcel, el actual presidente se apoyó mucho en Martínez-Pujalte, portavoz de Economía del Grupo Popular, llegando a plantearse que ocupara la cartera económica en el Gobierno. El diputado no quería entrar en el Ejecutivo, pero aceptó el cargo de comisionado regional de Asuntos Económicos. Desde San Esteban y el Partido Popular se justificaba entonces el nombramiento por las relaciones al más alto nivel que Vicente Martínez-Pujalte mantenía en Madrid con los responsables del ministerio de Economía y del de Hacienda y Administraciones Públicas, lo que se traduciría en ventajas económicas para la Región. Ahora, parece que su papel ya no es tan necesario.