La oferta de agua para paliar los efectos de la sequía que ha puesto sobre la mesa el ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama), apenas cubre la mitad de las necesidades para todo el año para regar la superficie que se abastece del Trasvase Tajo-Segura, quedándose cortos en unos 120 hm3.

Los agricultores recibirán, por ley, de febrero a septiembre, unos 80 hm3 de la cabecera del Tajo, mientras que el Ministerio ofrece incrementarlos con 40 procedentes de los pozos de sequía (cuando se apruebe el decreto que se está negociando) y otros 20 hm3 de las cesiones de derechos de aguas excedentes entre comunidades de regantes. Eso suma 140 hm2, pero el campo murciano, alicantino y almeriense necesita otros 120 más para acabar con su temporada agrícola.

«Por eso las respuestas tienen que estar ya, y en Madrid nos emplazan para marzo», manifestó Juan Marín, presidente de Proexport y vicepresidente de la patronal murciana Croem, añadiendo que «está subiendo la temperatura entre los agricultores y nosotros no estamos en elecciones».

La palabra «movilizaciones» si no hay respuestas claras y que se materialicen en poco tiempo, volvió a aflorar durante la reunión de ayer de la Mesa del Agua, convocada por Croem, y a la cual acudió todo el sector agroalimentario, «más unido que nunca», según Antonio Caballero, de la organización agraria Upa.

Demandas

La Mesa pide eliminar las trabas que impiden la compra de agua a otras cuencas; establecer un precio competitivo para el agua desalinizada; culminar la «olvidada variante» de Camarillas, que incluye el recrecimiento de la presa y, por tanto, una mayor disponibilidad de agua; finalmente, volvieron a reclamar el prometido Plan Hidrológico Nacional. Asimismo, el presidente de la Junta Central de Usuarios Regantes del Segura, Isidoro Ruiz, manifestó que colaborará «al máximo» con los regantes del Trasvase para paliar la falta de recursos de este sector.