Mariano Barbacid, el prestigioso investigador español que consiguió en 1984 ser el primero en el mundo en aislar un gen cancerígeno dando así el pistoletazo de salida a la investigación que se hace hoy en laboratorios de todo el mundo para luchar contra todos los tipos de cánceres, estuvo ayer en la Región invitado por el Foro Nueva Murcia. Ante una audiencia repleta de investigadores y médicos especializados en cáncer, además de personas de todos los ámbitos sociales, el científico sentenció que «la investigación en España está en una situación casi catatónica». Y así de rotundo, en el día en el que en Madrid se celebraba por todo lo alto el 75 aniversario del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), no le costó admitir que le duele la situación que vive este centro en el que él trabajó durante años. «Es inadmisible que los recortes hayan hecho que durante 2013 no hubiera Plan Nacional de de Investigación, ese año nos lo saltamos de largo, sin fondos y es algo muy triste. No es algo propio de países inteligentes», lamentó Barbacid, fundador y actual profesor del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO).

Una de las consecuencias citadas por el propio investigador de estas carencias de fondos es la pérdida de recursos humanos. En su propio grupo han perdido a cinco miembros y «la plantilla del CSIC se ha reducido en un 20%». Sobre la conocida ´fuga de cerebros´ -término que no le gusta porque «ni nos fugamos ni somos solo cerebros»-, Barbacid matiza que «es muy positivo para la formación de los investigadores que salgan fuera, sobre todo a Estados Unidos e Inglaterra, porque los mejores centros de investigación están en los países anglosajones. Y esto es como si un finlandés quiere ser torero, pues tendrá que venir a España a empaparse de ese mundo. El problema no es que se vayan, es que no pueden volver aunque quieran, porque no tienen la opción».

Si todas estas situaciones se revierten pronto, advirtió, «España dejará de ser un país competitivo en el mundo de la Ciencia» y, hay que tener claro, apuntó «que España no saldrá de la crisis sin investigación». Y como muestra de que en este país hay cosas que no funcionan bien, puso como ejemplo «que el presupuesto (subvención directa del Gobierno) del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas, unos 20 millones de euros, equivale al salario neto de Leo Messi». Mariano Barbacid agradeció y pidió la colaboración del mecenazgo de las empresas privadas, pero recordó que la responsabilidad de la inversión en investigación debe estar sustentada por las administraciones públicas.

Sin funcionarios

Barbacid, que al acabar su conferencia sobre los hitos y las nuevas fronteras de la investigación sobre el cáncer respondió a algunas de las preguntas planteadas por los asistentes, dejó claro que, en su opinión, uno de los principales lastres de la ciencia en España es el funcionariado. «España fue capaz de salir de una dictadura y cambiar a una democracia, y no entiendo cómo no somos capaces de cambiar el sistema de funcionariado en la investigación», sentenció el científico, que cree que «se trata de una cuestión de voluntad». Él defendió la seguridad laboral de los investigadores, pero sin funcionariado.