Joaquín Bascuñana, delegado del Gobierno, se negó la pasada madrugada del domingo a entregar su carné de identidad a un guardia civil que se lo requirió durante un control de tráfico en el que ordenaron parar el vehículo en el que viajaba el cargo político, según consta en una nota interna de la Benemérita a la que ha tenido acceso este periódico. La negativa a identificarse de Bascuñana no le supuso denuncia alguna ni detención, según consta en la citada nota interna elaborada por los agentes que participaron en el control de tráfico. En dicho documento, los miembros del instituto armado detallan que el político les llegó a gritar y a dar órdenes. No obstante, el capitán de Tráfico en la Región, que se desplazó al lugar del incidente, ordenó que se le dejara marchar, si bien indicó a los agentes que elaboraran el citado documento para dejar constancia de lo sucedido.

Los hechos ocurrían la pasada madrugada del domingo, según el informe. El delegado del Gobierno viajaba en un vehículo junto al conductor. Detrás iban dos mujeres, una de ellas la titular del turismo. Sobre las dos menos cuarto de la madrugada el coche entraba en la rotonda conocida como de Isla Grosa. Allí, en el kilómetro 388 de la carretera nacional 301, en el término municipal de Murcia, varias unidades de la Guardia Civil habían desplegado un control de alcoholemia. Al vehículo en el que viajaba Bascuñana le dieron el alto y un agente se dirigió al conductor. «¿Alguna novedad?», preguntó Bascuñana al agente. Este, extrañado, replicó al delegado que no tenía por qué comunicarle las novedades. Testigos presenciales del incidente, así como el mismo informe, indican que Bascuñana bajó entonces del coche mientras los otros tres ocupantes permanecían en el interior y, exaltado, a gritos, volvió a exigir al agente que le diera el parte de novedades. Esos mismos testigos aseguran que incluso ordenó al guardia en alguna ocasión que se cuadrase ante él, ya que estaba ante el delegado del Gobierno.

En el documento interno elaborado por los agentes también se pone de manifiesto que el delegado presentaba síntomas evidentes de poder encontrarse bajo los efectos del alcohol.

Ante la actitud de Bascuñana, el guardia le pidió que se identificara con su DNI. Pero éste se limitaba a decir su cargo, negándose a facilitar el documento nacional de identidad. Exigió asimismo al agente hablar con su superior, tal y como consta en el documento elaborado por los responsables del control. Mientras tanto, los coches se iban acumulando en la rotonda y en pocos minutos se provocó un verdadero atasco, aseguran las fuentes citadas.

Ante la insistencia del delegado, acudió el jefe del servicio de control, quien una vez más le pidió que se identificara. La situación parecía no tener salida, pues Bascuñana continuaba sin hacer el más mínimo ademán de entregar su carné.

En esta situación, los miembros de la Guardia Civil presentes en el altercado deciden dar un paso más y se ponen en contacto con el máximo responsable de tráfico en ese momento, un capitán, quien se desplazó al lugar del incidente y optó finalmente por dejar marchar al delegado.

Tras el altercado, finalmente, ni siquiera el conductor con el que viajaba Bascuñana se sometió al control de alcoholemia.

Distintas fuentes consultadas en la Guardia Civil indicaron que «cualquier ciudadano tiene la obligación de identificarse si se lo requiere un agente de la autoridad; resistirse conllevaría habitualmente su detención», indicaron.

La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) de Murcia ha mostrado su apoyo a la actuación de la Benemérita en la "identificación del vehículo" ocupado por el delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana, en el desarrollo de un control de alcoholemia.

Según un comunicado de la Asociación, "la actuación de los guardias civiles fue en todo momento profesional, educada y respetuosa".

Sin embargo, critica, "la actuación del delegado del Gobierno no es la más adecuada". Y es que, expone, "más allá de que efectivamente los Cuerpos de Seguridad están bajo su mando, ello no es óbice para intentar evitar una identificación amparándose en dicha condición".

"Máxime cuando los guardias civiles solamente cumplían con su obligación, que lo hacen cumpliendo órdenes entre otras del delegado del Gobierno y que además de ello ejercieron con ejemplar profesionalidad", indica.

A su juicio, "hubiera bastado con que exhibiera su DNI como cualquier otro ciudadano en la misma situación". "Aunque los compañeros actuaron con total profesionalidad, desde AUGC no somos ingenuos y somos conocedores de que muy posiblemente este incidente les traiga consecuencias perjudiciales a los guardias civiles, directas o indirectas", advierte.

Por ello AUGC-Murcia muestra su apoyo incondicional y les ofrece sus servicios jurídicos a dichos compañeros para "esclarecer este incidente y, en el peor de los casos, para su defensa en el estamento que sea necesario".