Un murciano de 14 años se hizo con el primer puesto del podio en el campeonato nacional de Rallygame que se celebró la semana pasada en Alcobendas, Madrid. El hecho de que Miguel Ángel Ramírez, natural de Lorquí, fuera el participante más joven de la prueba no le impidió manejar el vehículo radiocontrol con más soltura que sus contrincantes, mucho más veteranos que él, y levantó finalmente el trofeo ante la mirada orgullosa de sus padres, que lo acompañan a todas las carreras, y la sorpresa de los participantes, a quienes les costaba reconocerse vencidos por el benjamín.

Según el padre, Miguel Ángel Ramírez, la afición le viene al joven de lejos, desde cuando su tío Joaquín se lo llevaba a las carreras cuando solo contaba 5 años. «Para manejar el mando tenía que cogerlo del revés, porque no le llegaban los dedos. Ahora lo sigue haciendo», contó.

Al principio, padre e hijo eran competidores en las carreras a las que asistían, pero ahora «me he convertido en su mecánico», aclaró el padre.

La pasión por el radiocontrol los llevó a inaugurar en la Anchosa, pedanía de Lorquí, el Club Rallygame de Murcia, el único de la Región, pero, desafortunadamente, la sociedad tiene los días contados por falta de financiación. «El alquiler se ha elevado y nos vemos obligados a cerrar». Los aficionados se despiden del espacio hoy domingo con una última carrera.

El joven ilorcitano acudió al campeonato nacional celebrado el pasado día 14 con la seguridad que lo caracteriza. En la clasificación de antes de la carrera obtuvo el quinto puesto y vuelta a vuelta fue adelantando a sus compañeros y obteniendo ventaja. La competición consistía en tres carreras, de veinte minutos cada una, y el joven quedó vencedor en la primera y en la tercera. «Llegó a la última sabiendo que tenía que darlo todo, y lo dio».

Antes de saberse ganador, pasaron un momento de tensión porque la prueba de combustible dio error debido a las altas temperaturas, pero cuando lo nombraron triunfador, los padres saltaron de alegría. «Estábamos muy contentos, pero también nos acordamos de mi hermano, que fue quien le inculcó esta pasión y que ya no está entre nosotros para celebrarlo». «No se lo creía, no quería ni hablar cuando supo que había ganado», contó la madre.