Los padres y madres del colegio público Contraparada de Javalí Nuevo impedirán que sus hijos acudan a clase si la consejería de Educación no reforma «de una vez por todas» la instalación eléctrica del centro, que impide que se puedan conectar los dos únicos aires acondicionados que hay instalados en el edificio.

Antonio Rosell, secretario del AMPA, explica que de las cuatro aulas de Primaria dos de ellas, 1º y 2º, no tienen aire acondicionado y las otras dos que sí tienen, 3º y 4º, no pueden ponerse a la vez porque «saltan los plomos, así que los enchufan a ratos y alternandolos».

Los padres están cansados de que sus hijos salgan «chorreando» de sudor y de que desde el centro se lleve reclamando más de ocho años a la Consejería que se cambie la instalación eléctrica y se contrate más potencia «sin que nos hagan ni caso», añade Rosell. Por eso, los padres han acordado que si sigue sin haber respuesta «no dejaremos entrar a nuestros hijos a clase; el calor es insoportable» apunta el secretario del AMPA, quien cree que el hecho de que el colegio no esté en el centro de Murcia juega en su contra.

Y no es el único caso en el que tanto padres como profesores soportan diariamente temperaturas en el aula que superan, con creces, los 30 grados.

Ese es el caso del colegio público San Pío X de Murcia. La directora del centro, Pilar Murcia, explica que «no notamos ninguna diferencia entre la temperatura ambiente de fuera y la de dentro del colegio». Este centro no tiene aire acondicionado en ninguna de sus aulas, «aunque lo hemos pedido muchas veces, tanto a la Consejeria como al Ayuntamiento», añade la directora.

Lo que sí tenían eran ventiladores colgados del techo de las clases, pero algunos los tuvieron que quitar porque «no parecían muy seguros y el resto no los enchufamos por miedo a que haya un accidente». El centro ha comprado con sus fondos algún ventilador de pie que se van pasando entre las clases, «pero el calor sigue siendo insoportable porque nos da el sol todo el día; es inhumano trabajar en estas condiciones», apunta.

También en el colegio Federico Arce de Murcia las aulas han superado estos primeros días de clase lo que recoje el Real Decreto por el que se establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo. En su anexo III de 'Condiciones ambientales de los lugares de trabajo' se especifica que «la temperatura de los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas o similares estará comprendida entre 17 y 27 grados centígrados».

Los docentes, el primer día de clase, y aprovechando la presencia en el centro para inaugurar el curso del secretario general de la Consejería, Manuel Marcos Sánchez, le reclamaron medidas para adaptar las instalaciones contra el calor (LA OPINIÓN, martes 9).

En el reglamento también se recoge, en el punto 5 del Anexo III, que «en los lugares de trabajo al aire libre y en los locales de trabajo que, por la actividad desarrollada, no puedan quedar cerrados, deberán tomarse medidas para que los trabajadores puedan protegerse, en la medida de lo posible, de las inclemencias del tiempo».

Este punto claramente afecta a todos los profesores de Educación Física que, por el desarrollo de la actividad, tienen que utilizar los patios de los colegios, la mayoría de los cuales no tienen sombrajes.

La presidenta de la FAPA, Francisca López, por su parte, advierte de que «tal vez comenzar las movilizaciones sea la única manera de lograr que nos hagan caso y que les quede claro que vivimos en Murcia y que aquí hace mucho calor». Desde el sindicato ANPE, su presidente, Clemente Hernández, destaca que «está demostrado que con temperaturas superiores a los 35ºC los niños no prestan atención; el trabajo no es efectivo».