La reforma del sistema de financiación autonómica que Murcia viene reclamando desde hace años tendrá que esperar. El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, dejó claro ayer que no piensa abrir el debate sobre un nuevo reparto autonómico, porque considera que el ambiente político actual no es el adecuado para abordar la reforma del sistema. A su juicio el clima «es regular», según dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF), en el que varias comunidades autónomas, entre ellas Madrid, reclamaron la reforma del sistema que viene aplicándose desde 2009.

Como compensación, el ministerio de Hacienda adelantará a las comunidades autónomas 3.903 millones extraordinarios en 2015 como consecuencia de la mejora del ciclo económico, pero las autonomías deben devolver al Ejecutivo 2.158 millones por la liquidación negativa del pasado año. Hasta ahora, la consejería de Hacienda no ha precisado cuánto dinero tendrá que devolver el Gobierno regional por los anticipos a cuenta del pasado año.

Las medidas ofrecidas por Motoro pueden asegurar unos ingresos adicionales a la Región que ayuden a cuadrar las cuentas sobre el papel, pero el problema es que estas alternativas acaban cargándose sobre la deuda regional -que ascendía a casi 6.100 millones en el primer trimestre-, mientras que Murcia sigue recibiendo del Estado una aportación por habitante inferior a la media, estimada en unos 250 millones anuales, en beneficio de otras regiones, que tienen menos problemas para cubrir sus gastos y mantener los servicios públicos.

La Comunidad ha obtenido ya una ampliación del Fondo de Liquidez Autonómica (FLA) de 227 millones, que destinará a pagar las facturas de los proveedores a partir de la próxima semana.

En la misma situación que la Región se encuentra la Comunidad Valenciana y Baleares, que llegaron a crear un frente común con el Gobierno murciano para hacer valer las pérdidas que les ha acarreado el actual sistema. El anterior consejero de Hacienda, Juan Bernal, planteaba incluso la necesidad de que el nuevo sistema de financiación se aplicara con efecto retroactivo a 2014, aunque desde el Ministerio se ha insinuado en alguna ocasión que podría quedar pendiente incluso para 2016, evitando así el debate antes de las elecciones autonómicas y municipales.

El actual consejero de Economía y Hacienda, Francisco Martínez Asensio, no llegó a pronunciarse anoche sobre esta cuestión. Fuentes de su departamento remitieron a la rueda de prensa que se celebrará hoy tras la reunión del Consejo de Gobierno de los viernes.

El ministro dejó claro que no piensa promover una discusión sobre el sistema de financiación que genere «agravios y enfrentamientos» entre las comunidades autónomas o entre las comunidades y el Gobierno. Ahora, se lamentó, existe «demasiada discusión, demasiado pensar en agravios comparativos». No obstante, Montoro apuntó que «los climas cambian» y que, si en un futuro mejora, el Gobierno estará «encantado» de abrir el debate.

Por otra parte, fuentes conocedoras de la reunión informaron también de que varias comunidades autónomas se habían quejado durante la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) sobre el impacto negativo que pudiera tener la reforma tributaria en las arcas autonómicas, dado que se reducirá la recaudación del IRPF, que es una de sus principales fuentes de ingresos autonómicos.