El presidente de la Región, Ramón Luis Valcárcel, pidió ayer a la Comisión Europea (CE) que no se retrase la construcción del Corredor Ferroviario Mediterráneo, tras mostrar Francia su deseo de posponer a 2030 las obras de sus líneas de alta velocidad. El también presidente del Comité de las Regiones (CdR) se reunió con el vicepresidente de la CE y responsable de Transportes, Siim Kallas, para expresarle su preocupación respecto a la voluntad de París de congelar su gasto en infraestructuras.

El 27 de junio, el primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, respaldó el criterio de aplazar hasta después de 2030 la construcción de la mayor parte de nuevas líneas de tren de alta velocidad, incluidas las dos que debían conectar con España, como concluye el informe que encargó el Gobierno.

"He pedido que se cumpla el reglamento y que, por tanto, el Corredor Mediterráneo pueda desarrollarse en los tiempos previstos", señaló Valcárcel tras el encuentro con el comisario europeo, en referencia al documento jurídico que obliga a los países a finalizar los proyectos considerados prioritarios y que serán cofinanciados por la UE antes de 2030.

En concreto, Valcárcel apuntó al tramo ferroviario de 155 kilómetros que une Montpellier con Perpiñán, que podría ver retrasada su ejecución hasta 2030, lo que crearía "un cuello de botella" para el Corredor Mediterráneo.