Un murciano recibió una importante sanción en el año 1973, tanto que su nombre llegó a aparecer en un periódico de tirada nacional. Casi cuarenta años después, cuando la multa ya estaba suficientemente saldada y el deudor murciano se había olvidado del tema, el diario en cuestión procedió a la digitalización de su hemeroteca, con lo que todo lo publicado se volcó en Internet. Así, cuando el murciano metió su nombre en algunos de los principales buscadores (Google, Yahoo, etc...) se encontró con que el primer enlace que aparecía era la información en la que se le vinculaba a la referida sanción de 1973.

Ayudar a estas personas que quieren borrar sus referencias en la Red es el cometido de la empresa murciana Bórrame, ubicada en el polígono industrial de San Ginés, en Murcia, que desde 2002 ha ayudado a cientos de murcianos con asuntos relacionados con la privacidad de datos.

El responsable de la compañía, Manuel Moreno, asegura que la mayoría de clientes que tienen acuden a ellos debido a que su nombre aparece en comentarios difamatorios vertidos en algún blog o en alguna página en la que se pueden comentar las noticias. «Se aprovechan del anonimato que da Internet para difamar a alguien, con nombre y apellidos, de manera que cuando se introduce el nombre de la persona afectada en algún buscador como Google aparece directamente ese comentario injurioso», relata el responsable de la empresa.

Otro de los casos que más tratan en Bórrame tiene que ver con personas cuyo nombre aparece como deudor en algún boletín oficial de la Administración, y que continúa en la Red una vez que ha saldado su deuda, y de personas que han cambiado de actividad profesional, pero que Internet conserva todavía sus antiguos datos de contacto. «Hemos conocido a personas que en su tiempo se dedicaron a la prostitución y que han cambiado de vida o de oficio. Y han llevado un auténtico calvario luego para borrar sus datos en Internet, les ha salido mucho más barato y rápido cambiar de teléfono. Defendemos que haya derecho a la libertad de expresión, pero también que los ciudadanos tengan reconocido su derecho a que se borre la información si ellos así lo solicitan», señala Manuel Moreno.

En Bórrame, antes de contratar un servicio con un cliente, analizan las posibilidades de éxito de cada caso. «Por ejemplo, un político implicado en casos de corrupción no puede pedirnos que su nombre no esté en los buscadores», indica el responsable de la empresa, quien alerta también del peligro que suponen las nuevas redes sociales como Facebook. «Parece que nos han convencido de que nuestra información debe estar en Internet. Ha nacido el concepto, sobre todo entre la gente joven, de la ´extimidad´, lo contrario que la intimidad. Hay gente que expone toda su información en la Red y hay que llevar mucho cuidado con eso, porque todo lo que subas a Facebook o Twitter se quedará ahí para siempre», relata Manuel Moreno.

Desde la empresa ´Bórrame´ resaltan que es necesario regular legalmente las nuevas redes sociales. «El derecho va siempre corriendo detrás de la tecnología, y ésta a su vez siempre avanza muy deprisa. Tenemos una legislación muy antigua y hay situaciones que nos pillan sin una cobertura legal. Pero la forma con la que tratan en las redes sociales la privacidad difícilmente casa con las obligaciones legales de protección de datos», dice Moreno.

Los expertos en protección de datos recomiendan a los ciudadanos que estén muy seguros de las configuraciones de privacidad de sus perfiles en las redes sociales y que tomen la costumbre de buscar frecuentemente su nombre en Google para estar al tanto de lo que aparece en Internet. Como dijo George Orwell en su obra 1984: «Quién controla el pasado controla el futuro. Quién controla el presente controla el pasado». ´Bórrame´ recoge esta cita en su página web oficial.