El exalcalde de Librilla José Martínez García ha dicho hoy, tras declarar por segunda vez en el juzgado de instrucción que investiga un presunto caso de corrupción urbanística en este municipio, que nunca recibió comisiones ilegales a cambio de adjudicar los concursos de obras a la empresa Acadi.

Martínez García ha afirmado en varios momentos del interrogatorio que siempre hizo lo que le aconsejaban los técnicos y, en particular, lo que le indicaba el abogado y también imputado en esta causa, Cesáreo Gil de Pareja, que trabajaba para el consistorio.

Al preguntarle el instructor, el magistrado Andrés Carrillo, si no le llamó la atención que la mayor parte de los contratos fuesen adjudicados a Acadi, la empresa propiedad de Domingo Peñalver, que había trabajado para el ayuntamiento, el exalcalde ha manifestado que sí conocía esa situación, pero que actuó según lo que le decían los técnicos.

El magistrado le ha preguntado también si "no es cierto que todas estas aparentes contrataciones eran una pantomima ya que los contratos se le iban a adjudicar a la citada empresa", a lo que el exregidor ha declarado que nunca supo que aquello fuese así.

Martínez García también ha dicho que tampoco le extrañó cuando en febrero de 2006 Acadi "se llevó en una misma reunión del pleno municipal 28 contratos, todos los que iban en el orden del día".

El exalcalde ha explicado que ese hecho no le pareció extraño porque "estaban los técnicos" presentes.

Asimismo, ha dicho que tampoco le llamó la atención cuando en septiembre del mismo año la empresa consiguió la adjudicación de todos los contratos que salieron a concurso en el mismo pleno municipal.

El exalcalde ha negado que Domingo Peñalver, en contra de lo que este declaró cuando fue detenido en noviembre de 2008, le entregara 40.000 euros un día que habían quedado en Librilla.

Además, ha rechazado que en otra ocasión, en este caso en una reunión celebrada en Murcia, recibiera otra cantidad también como comisiones ilegales por la adjudicación de los concursos.

A preguntas de su defensa, el exalcalde ha indicado que su patrimonio consiste en tres fincas rústicas y dos urbanas "todas ellas compradas antes de ser alcalde".

En cuanto a los ingresos que percibía en el tiempo en que fue regidor municipal de Librilla, ha manifestado que percibía los procedentes de la administración de lotería que comparte con su mujer, y que "da al año 120.000 euros", así como su sueldo como alcalde, de algo más de mil euros.

Además, ha informado de que tiene un huerto de limoneros y naranjos, a los que "algo les saca".

Al concederle el uso a la última palabra, Martínez García ha dicho que "al margen de lo anterior, solo tenía un cebadero que le expropió la Confederación Hidrográfica del Segura en la zona conocida por el Romeral, y por el que cobró 252.000 euros".