El ayuntamiento de Lorca quiere que las pinturas rupestres aparecidas en el entorno del pantano de Valdeinfierno, puedan ser visitables, según anunció la concejala de Cultura, Sandra Martínez. Los siete abrigos que se han descubierto en Lorca con motivos pictóricos rupestres se encuentran enclavados en la zona montañosa del noroeste, sierra del Gigante y de la Culebrina, "territorio donde las huellas de nuestros pasado se ahondan en los inicios de la prehistoria", según la edil.

Entre los yacimientos del arte rupestre que se conservan en el término municipal de Lorca sobresalen los de Los Gavilanes y el Mojao, que cuentan con la declaración como Patrimonio de la Humanidad y se ubican dentro de la declaración de 'Arte rupestre del arco mediterráneo de la Península Ibérica', integrado por más de 750 abrigos repartidos por un territorio de más de mil kilómetros de longitud.

Los primeros testimonios del arte rupestre lorquino fueron hallados a principios del siglo pasado por abate Breuil en 1933 en los parajes del Tío Labrador y Los Paradores.

En 1990 se hallaron dos nuevas estaciones con pintura rupestre en las inmediaciones del pantano de Valdeinfierno, como son el abrigo de El Mojao y el abrigo de Los Gavilanes, sobre los que el Ayuntamiento trabaja para que puedan ser visitables. La totalidad de las representaciones del abrigo de Los Gavilanes son esquemáticas y están pintadas mayoritariamente en color rojo. En el año 1995 se hallaron tres nuevos conjuntos con pinturas rupestres en los abrigos de Las Covaticas y La Esperilla.