Las gallinas de las dos explotaciones de la pedanía de Roldán -Torre Pacheco- en las que Sanidad ha detectado salmonela han comenzado a ser sacrificadas. Desde el servicio de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de la consejería de Sanidad confirmaron ayer a esta redacción que Agricultura se ha encargado de designar el matadero donde se están realizando los sacrificios, unos 20.000 diarios, aproximadamente, por lo que «el proceso no terminará hasta dentro de diez o quince días», teniendo en cuenta que entre las dos granjas avícolas hay cerca de 280.000 aves.

Los veterinarios de Sanidad detectaron el virus de la salmonela a raíz del brote que se produjo el pasado mes de agosto en Murcia y en el que hubo cerca de 300 intoxicados, ya que la investigación sobre los huevos que se utilizaron para hacer la mahonesa contaminada les llevó hasta estas explotaciones, donde se confirmó la presencia del mismo serotipo del virus. La confirmación, sin embargo, no llegó hasta mediados de octubre, por lo que fue entonces cuando se prohibió la comercialización de los huevos que han estado poniendo estas gallinas.

Blas Marsilla, jefe de Seguridad Alimentaria y Zoonosis de Sanidad, señaló que los animales que están siendo sacrificados pueden utilizarse para la transformación en grandes empresas (como la fabricación de caldos) después de ser sometidos a un tratamiento de calor, siempre que pasen los análisis que los veterinarios hacen antes de que entren al matadero. Estos análisis se realizan con cada partida de animales y en los primeros han pasado las pruebas, según dijo Marsilla.

Lo que también se va a aprovechar son los huevos que han estado poniendo estas gallinas durante el mes que ha pasado desde que se prohibió su comercialización, huevos que también se someterán a un tratamiento térmico para que puedan ser utilizados en la industria de transformación, para la elaboración de flanes, por ejemplo.

Desde las consejerías de Agricultura y Sanidad se dio la opción a los dueños de las dos explotaciones de someter todos los huevos que se produzcan de aquí en adelante a este tratamiento o la posibilidad de sacrificar a todos los animales. Según la Administración, los responsables han elegido la segunda opción y han preferido matar a los animales y, acogiéndose a las subvenciones existentes, llenar de nuevo las granjas de gallinas nuevas para poder seguir produciendo con normalidad.