Los médicos y enfermeros de la prisión de Sangonera se han encerrado en la cárcel de forma indefinida como medida de protesta por una nueva normativa que les impide ir a trabajar por la noche. Estos empleados aseguran que están sufriendo una «discriminación respecto al resto de centros penitenciarios», por la modificación «unilateral» del régimen sanitario presencial. Con este cambio, los empleados pasan de ofrecer una asistencia sanitaria las 24 horas a cubrir solamente las mañanas y las tardes, aunque el resto del tiempo han de estar en régimen de localización.

Esta medida «solo afecta a tres centros penitenciarios de España», explica en un comunicado la delegada sindical de CC OO, Toñi Martínez. Los sanitarios temen que esta medida afrecte a los presos, «ya que existe un elevado número de medicaciones controladas para los enfermos mentales que no van a poder dispensarse, así como un 30% de las urgencias atendidas, que en promedio corresponden a fines de semana, cuya atención será mucho más complicada».