Cuando los pacientes son muy mayores o tienen problemas de movilidad las enfermeras acuden a vacunar a domicilio. Este es el caso de Cati, enfermera de este centro de salud San Juan de Murcia, que ayer salió cuando terminó con los enfermos que tenía citados en su lugar de trabajo. Tras la consulta fue al domicilio de Margarita Fernández, una paciente de 102 años, en la que también vacunó a Malika, su cuidadora, una forma de evitar que se pueda contagiar. Otra compañera fue mientras al domicilio de Francisco García, sacerdote dominico de 88 años, que aparece en la imagen.