Un vecino de Alhama de Murcia al que hoy y mañana se juzga en la Audiencia Provincial de Murcia acusado de abusar de tres sobrinos -uno de los cuales se suicidó- desde los 5 años hasta que tenían 11, se ha declarado inocente en la primera sesión de la vista oral.

En esta sesión, los otros dos hermanos que denunciaron los hechos han mantenido su acusación y han señalado que los abusos se cometieron tanto en la casa de sus abuelos, ubicada en Totana, como en la propia residencia del acusado, para quien el fiscal solicita penas que suman 45 años de prisión.

El procesado, C.A., ha negado una y otra vez los hechos y ha desmentido que recogiera a los menores -dos niños y una niña- en el colegio y los llevara a un lugar apartado para abusar de ellos.

También ha negado que los sometiera a tocamientos o penetraciones aprovechando su estancia en la casa de los abuelos o que abusara de la menor, de la que es su padrino de bautismo, cuando la recogía y se la llevaba a su vivienda para pasar los fines de semana.

El acusado ha añadido que las relaciones con su hermana, la madre de los niños, fue buena hasta 1999, en que dejó de visitarla "porque un día de Nochebuena fui a visitarles y no me hicieron caso".

No volvió a hablar con su hermana, ha dicho, hasta el año 2004, cuando ella le dijo que había abusado de sus hijos.

En otro momento del interrogatorio, C.A. ha negado que ofreciera a los padres de sus sobrinos una indemnización para que no le denunciaran.

El primer testigo en declarar ha sido uno de los hermanos, quien ha mantenido la existencia de los abusos y ha añadido que los tres lo mantuvieron en secreto hasta que un día, en agosto de 1994, el que acabaría quitándose la vida se atrevió a comentarlo en casa.

A continuación ha declarado su hermana, quien también ha mantenido, como en su día declaró en el Juzgado, la realidad de los abusos.

En el caso de ella, los hechos se cometieron, presuntamente, en la vivienda familiar del acusado, "a la que yo seguía yendo pese a los abusos porque el acusado es mi padrino de bautismo, porque mi tía me adoraba y, también, porque le tenía miedo a él".

La vista oral, en la que ninguno de estos dos perjudicados ha reclamado indemnización alguna, continuará mañana.