Casi 500 personas se manifestaron en la tarde de ayer en Murcia, frente a la delegación del Gobierno, para protestar contra las medidas impuestas por el Gobierno para hacer frente a la crisis. Una concentración que terminó convirtiéndose en una marcha no autorizada por las principales arterias de la ciudad. Los manifestantes cortaron el tráfico a su paso por Gran Vía y la plaza Circular. Un fuerte cordón policial, compuesto por cerca de cincuenta agentes escoltó en un primer momento el edificio gubernamental y más tarde el recorrido de la manifestación, mientras se sucedían un sinfín de soflamas y consignas contra los políticos y los banqueros. Los principales comercios del centro de la ciudad contaron también con un dispositivo policial para disuadir a los manifestantes, después de los temores surgidos ante posibles asaltos a tiendas o supermercados. El único momento de tensión que se vivió se produjo cerca de las ocho, cuando un ciudadano que circulaba en un vehículo de alta cilindrada y descapotable increpó a los manifestantes llamándoles «gentuza». Con los ánimos caldeados comenzó a dar acelerones e hizo el intento de atropellar a varios viandantes. Fue el único momento durante la marcha en el que la Policía tuvo que intervenir y el conductor fue reprendido por los agentes. Horas después, pequeños grupos aislados lanzaron piedras contra coches policiales y algunos establecimientos.