Completamente destruido. Una explosión convirtió ayer uno de los restaurantes kebab más frecuentados de Molina de Segura en toneladas de escombro. La suerte quiso que el bar estuviera cerrado pasadas las ocho de la tarde, cuando tras un fuerte sonido, el establecimiento quedó oculto tras una nube de polvo, que segundos después dejó ver el amasijo de ladrillos, vigas y maquinaria.

Los vecinos avisaron al Centro de Coordinación de Emergencias 112 temiéndose que en el interior hubiera personas fallecidas o atrapadas. Los bomberos del parque de Molina de Segura, ambulancias y Policía Local y Nacional acudieron al restaurante Napoli de la calle Severo Ochoa. Minutos después, los bomberos concluyeron que no había ningún herido dentro del bar.

La explosión no solo destruyó el local, además destrozó la vivienda de encima, en un edificio de dos pisos que ha resultado muy dañado. En el piso tampoco había nadie en el momento de la explosión, según confirmaron fuentes del 112.

«Ha sido un milagro que el bar estuviera cerrado y que no hubiera nadie en ese momento, ni allí ni en el piso de arriba, porque habría muerto aplastado por el escombro», repetían los vecinos alarmados por el suceso. Estos vecinos comentaron que el bar «está siempre lleno» y detallaron que los propietarios son unos paquistaníes, «muy buena gente», y que su horario de apertura era poco después de la hora a la que se produjo la explosión.

La Policía Local evacuó la zona y retiró los vehículos que estaban aparcados en la calle, puesto que parte del trabajo de los bomberos se centró en sacar máquinas y kilos de ladrillo para poder acceder al local. Además, los bomberos revisaron los escombros con una cámara térmica y apuntalaron la zona siniestrada para evitar más derrumbes y permitir a los técnicos acceder al establecimiento a investigar el motivo de la explosión.

Según fuentes cercanas al caso, las primeras hipótesis apuntan a que una fuga de gas pudo provocar la explosión, aunque no se descarta que una bombona de butano del bar provocara el suceso.