El descenso general del consumo motivado por la crisis económica, y que se puede agravar si el Gobierno de Mariano Rajoy sube finalmente el IVA, es el principal problema para el 84% de las empresas familiares de la Región de Murcia que, por otra parte, han encontrado en la exportación –un 17% ha aumentado el volumen de negocio en el extranjero– un bálsamo a sus problemas. Así lo asegura el séptimo barómetro de la Cátedra de Empresa Familiar y la Asociación Murciana de la Empresa Familiar (Amefmur), que fue presentado ayer en la capital murciana. Al acto asistieron el director del Instituto de Fomento, Juan Hernández; el presidente de Amefmur, José María Albarracín; la vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la Universidad de Murcia, María Isabel Sánchez Mora; y el director de la Cátedra de Empresa Familiar, Ángel Meroño.

El informe, realizado entre 129 empresas familiares de la Región, refleja también otros datos positivos, como son el hecho de que se ha frenado la destrucción de empleo –incluso se han creado, aunque levemente, algunos puestos de trabajo– y que el balance de destrucción neta de empresas (la diferencia entre las que se crean y las que se destruyen) ha sido menor que la media nacional en el primer semestre de 2012. Así, desde enero a mayo desaparecieron 656 firmas de carácter familiar mientras que se crearon 601. Es decir, un balance negativo de 55, mientras que en España fue de 185.

La mayoría de los empresarios entrevistados en el barómetro piensa, no obstante, que la situación mejorará en los próximos meses, aunque siguen preocupados por la caída de la demanda y por las dificultades de financiación, principalmente. La mitad de las compañías encuestadas ven dificultades para obtener dinero de los bancos y reclaman que se acelere la reforma financiera para que vuelva a fluir el crédito.

El barómetro de la Empresa Familiar señala también que el Índice de Confianza Empresarial (ICE), que mide de forma regular el pulso de la actividad económica a través de variables como la cifra de negocio, el número de trabajadores y las inversiones realizadas, se sitúa en -35,1 puntos. La cifra de negocio presenta valores diferentes. Por un lado, seis de cada diez (el 60,5%) empresas familiares de la Región han disminuido sus ventas, mientras que el 12,4% las ha aumentado y el 27,1% restante no ha sufrido variaciones, según apunta el informe.

Por otra parte, la mayoría de las empresas familiares (71%) considera que el control de costes es el aspecto más importante a la hora de diseñar su estrategia empresarial. La calidad es un aspecto importante para el 60% mientras que las innovaciones organizativas (29%), comerciales (29%) o de producto (36%) aparecen en un segundo nivel. La apertura a nuevos mercados es contemplada por un 36%, mientras que un 47% opina que es fundamental mejorar la atención a los clientes.

Además, estas empresas siguen dando mayor importancia a su reputación y a su vocación familiar que al aumento de su patrimonio. El 76% de las empresas entrevistadas considera que ser familiares les ha ayudado a la hora de sobrellevar la crisis económica. En el 26,4% de las mismas ha aumentado la participación familiar como consecuencia de la crisis y el crecimiento del desempleo mientras que el 21,7% ha visto alterado el proceso de sucesión familiar, según el estudio.