­Los médicos lo tienen claro. Hay líneas rojas que no están dispuestos a traspasar y ante las que se levantarán contra el Gobierno. Así de claro lo dejaron ayer los responsables nacionales del Sindicato Médico CESM durante el XI Congreso, que ha reunido en Murcia a más de 200 facultativos de toda España para marcar el camino a seguir contra los recortes en Sanidad. El secretario general de CESM durante los últimos cuatro años, Patricio Martínez, que cedió ayer el testigo a Francisco Miralles, presidente del CESM-Murcia, afirmó que «el Gobierno está haciendo astillas el sistema sanitario, ya que ha cambiado el concepto de ciudadano dejando fuera de la asistencia a inmigrantes irregulares y jóvenes que nunca han cotizado».

Ante esta situación dijo que el médico no es un guardián y no se le puede obligar a controlar las tarjetas de los pacientes, «por lo que, enfermo que pase por la puerta, enfermo que será atendido, porque si pide nuestra ayuda tendrá asegurada la atención, no seremos nosotros los que discriminemos». Martínez también alertó del problema de salud pública que puede suponer dejar de atender a extranjeros, con la reaparición de enfermedades casi erradicadas.

El ya exsecretario general de CESM quiso dejar claro que «no vamos a consentir que se ponga en peligro la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS)» y alertó que se quiere reducir la aportación del PIB a Sanidad, del 6 al 5,3%, «por lo que habrá nuevos recortes».

Cierre de quirófanos

Patricio Martínez aseguró que ya se está perdiendo calidad en la Sanidad con el cierre de quirófanos por las tardes, la eliminación de guardias y el cierre de camas y plantas hospitalarias. «A esto se une que los médicos hemos perdido un 20% de nuestro poder adquisitivo en los últimos dos años».

En cuanto al copago farmacéutico, dudó que se puedan poner en marcha los cambios para el 1 de julio y destacó que «el copago asistencial, por ir al médico, es lo peor que nos podría pasar». Además, criticó que el Ministerio no quiera convocar la Mesa de la Sanidad y dijo que «o se sienta la ministra o la sentamos».

Por su parte, Miralles recordó que en la actualidad están apostando por el diálogo, pero subrayó que «esta organización es el brazo armado de los profesionales y aunque la huelga es la última opción, porque se toma como rehén al ciudadano, la opción está ahí». Una de las reivindicaciones es la creación de una mesa de negociación propia para los médicos con la Administración, para mantener un contacto directo, así como la recuperación del Estatuto Jurídico del Personal Médico, que estuvo vigente entre 1966 y 2003.