Las universidades públicas de la Región tendrán que recortar de los presupuestos de este mismo año 15 millones de euros ­–algo más de diez la UMU y el resto la UPCT–, según pudo confirmar anoche esta redacción. Se trata de una cifra que preocupa a los rectores, pero que está muy lejos de los treinta millones que la Comunidad planteó en un principio y que hubiera hecho inviable acabar el año a las universidades. El acuerdo, al que todavía le quedan flecos, se alcanzó ayer en una reunión en la que participaron el consejero de Universidades, José Ballesta, y el de Economía, Juan Bernal, con los dos rectores –José Antonio Cobacho, de la Universidad de Murcia, y José Antonio Franco, de la Universidad Politécnica– un encuentro conjunto que las universidades pedían desde hacía tres semanas para poder tener claro a qué atenerse.

En el inicio de las negociaciones, la Comunidad Autónoma planteó un recorte de 21 millones para la Universidad de Murcia y 9 para la Universidad Politécnica. Desde ambas instituciones se repitió de forma insistente que un recorte de de esta magnitud provocaría que tuvieran que suspender pagos a proveedores y poco menos que ´cerrar la persiana´ en otoño. Las negociaciones han hecho que la cantidad se quede en la mitad y, aun conscientes de que será complicado, la cifra final les permite respirar algo más tranquilos.

El rector de la Universidad de Murcia, José Antonio Cobacho, confirmó ayer que las cifras que se manejan son estas y admitió que «siguen siendo duras, pero al menos hemos rebajado algo la gravedad de la situación que se nos presentaba y hemos llegado a un principio de acuerdo».

La reunión, en la que también estuvieron directores generales y vicerrectores de las dos universidades, se prolongó durante unas tres horas y finalizó pasadas las nueve de la noche.

Las dos universidades están ya haciendo números para saber de dónde pueden recortar. Infraestructuras y gasto corriente serán los dos capítulos que soportarán el ajuste extra, que tendrá que hacerse prácticamente en seis meses, una premura que preocupa a ambas universidades, que ya han ajustado al límite sus gastos corrientes en los últimos años.

Hace pocas semanas el vicerrector de Economía de la Universidad de Murcia, Antonio Calvo-Flores, aseguraba que no era posible seguir recortando los presupuestos sin empezar a reducir partidas que incidieran en la calidad de los servicios. Los equipos rectorales están haciendo cálculos para evitar que este nuevo recorte suponga esa merma de la calidad. Uno de los problemas que tienen es que la Comunidad Autónoma mantiene una deuda con ellas de algo más de ochenta millones de euros –entorno a 60 para la UMU y 20 para la UPCT–.

También se habló ayer de esta deuda en la reunión y el consejero de Economía, Juan Bernal, se comprometió a la puesta en marcha de un plan de pagos que estaría listo en los próximos meses y que podría aliviar la situación de las tesorerías de ambas instituciones académicas.