El mapa del relieve del fondo marino del sureste español presentado hoy por el director del Instituto Nacional de Oceanografía, Eduardo Balguerías, desvela, entre otras curiosidades, un gran campo de cráteres o "pockmarks" frente al Mar Menor, de dimensiones considerables.

El responsable del proyecto de mapa topobatimétrico del margen continental del sureste español, Juan Acosta, ha resaltado las dimensiones de estos cráteres ocasionados por el escape de fluidos, de entre 200 a 800 metros de diámetro y de entre 20 a 60 metros de profundidad.

Estos "pockmarks" han sido interpretados allí donde han sido descubiertos como la expresión morfológica de un depósito profundo de petróleo o de gas, si bien en el caso del Mar Menor su aprovechamiento es solo pesquero, donde se emplea desde hace tiempo un tipo de arte peculiar para la captura de gamba.

Los buques Vizconde de Eza y Emma Bardán han trabajado durante cinco años realizando barridos con sondas multihaz en más de 30.000 metros cuadrados de fondo marino desde Cabo Cervera (Alicante) a Cabo de Gata (Almería).

La profundidad máxima representada en el mapa es de 2.836 metros, que corresponde a una zona deprimida de la llamada abisal entre Cabo de Palos y el margen argelino.

Acosta también ha resaltado un enorme "escarpe" o falla en Mazarrón, considerada como una de las mayores de todo el Mediterráneo, ya que se extiende por varias decenas de kilómetros, o los grandes cañones submarinos de la zona almeriense, en Garrucha.

La organización conservacionista Océana ha facilitado al IEO fotografías tomadas por un robot submarino en el Seco de Palos en las que se aprecia la enorme diversidad biológica de ese fondo que, según Acosta, merecería conservarse y proteger de cualquier impacto negativo.

Se han descubierto también estructuras de sal de hasta ochenta metros de altura surgidas en este fondo marino porque en todo el Mediterráneo existen capas de más de mil metros de espesor con evaporitas de sales y yesos que cuando afloran crean este tipo de formaciones geológicas.

El director del IEO ha explicado que el cartografiado de los fondos marinos es esencial para la elaboración de las cartas de pesca, la seguridad de la navegación, para la localización y gestión de recursos y es base fundamental para la investigación marina en oceanografía o ecología, entre otras disciplinas.

El delegado del Gobierno, Joaquín Bascuñana, ha informado de que el mapa de relieve de 98 por 69 centímetros se distribuirá entre los colegios e institutos del litoral murciano para una mejor comprensión entre los alumnos del fondo marino y para su aplicación didáctica, lo que en el futuro se podría extender a otros centros educativos.

Los datos científicos sólo se facilitan a grupos de investigación o administraciones que los requieran, y "por cuestión de prudencia" se eliminan los datos con anomalías que no encajan con un afloramiento geológico y sí con un posible pecio o resto arqueológico.

Estas indicaciones sólo son facilitadas a centros públicos especializados como pueden ser el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) de Cartagena o el Instituto de Arqueología Submarina de la Junta de Andalucía, para su estudio y cotejo con documentos históricos.

Entre las aplicaciones de este tipo de trabajos, Acosta citó el caso del volcán de la isla de Hierro, que gracias a que existía una cartografía del fondo marino del año 1998, se pudo conocer con exactitud y en poco tiempo qué volumen de materiales había emitido.

Desde el punto de vista sísmico, Acosta ha indicado que la zona cartografiada en el sureste es "estable" y que la falla más importante, la de Mazarrón, estuvo activa hace 6 millones de años, pero que no está activa como las de Crevillente o de Carboneras.

Acosta resumió este fondo marino como una plataforma extensa frente al Mar Menor, muy estrecha en la zona de Garrucha y una llanura abisal al pie de Mazarrón que llega hasta Argelia.