Los recortes que la consejería de Sanidad ha puesto sobre la mesa a los sindicatos y que se prevé que sean aprobados hoy en Consejo de Gobierno han hecho que los médicos del hospital Morales Meseguer vuelvan a levantar las armas y protesten de la forma que mejor conocen, intentando colapsar el centro con una huelga encubierta. Los facultativos, que ya hicieron un amago la pasada semana, solicitaron a sus representantes sindicales una reunión de urgencia para conocer la postura de la Consejería, encuentro que se celebró a primera hora de ayer.

Tras la asamblea la mayoría salieron con una cosa clara, «hay que trabajar con calma, con jornadas de excelencia de calidad, es decir, pidiendo todas las pruebas que sean necesarias y sin prisa», explicó uno de los trabajadores a LA OPINIÓN, mientras que otro señaló que «hay que seguir los protocolos a rajatabla, una huelga de celo que se irá notando en los próximos días».

Aunque desde la dirección del hospital y la propia consejería de Sanidad se apresuraron en negar la semana pasada que hubiera intencionalidad en el colapso que vivió el hospital, ayer sí que reconocieron que «hay un descenso de altas importante de un día a otro», pasando de las 61 que se contabilizaron el miércoles a una treintena ayer, cayendo a la mitad. Fuentes de Sanidad precisaron que hasta mediodía se habían dado 21 altas a pacientes hospitalizados y que por la tarde se dan muchas menos, por lo que estarían en torno a la treintena.