El consejero de Educación, Constantino Sotoca, llevó ayer a la mesa sectorial de negociación con los sindicatos las tres medidas que aprobará el Ejecutivo regional en Consejo de Gobierno (esta semana o la próxima) y que permitirán ahorrar cerca de sesenta millones de euros cada año: los profesores darán dos horas más de clase a la semana; los interinos se irán al paro en julio y agosto, aunque trabajen todo el curso; y los mayores de 55 años, que hasta ahora daban dos horas menos y mantenían el sueldo, tendrán que volver al horario normal o perder salario.

Sotoca aseguró ante los medios de comunicación que se trata de medidas que se toman por la necesidad de recortar presupuesto y ahorrar y que «permiten mantener la calidad educativa, mantener lo máximo posible el empleo y no reducir salarios». No opinan lo mismo los sindicatos, que se quejaron de que Educación fue a la mesa sectorial con las decisiones tomadas y sin ninguna intención de negociar.

La Consejería admite que con estas medidas la plantilla de docentes (que supera los 21.000) se reducirá en 1.390 personas. Sin embargo, señala, la reducción de empleo neto (que tiene en cuenta las jubilaciones, el aumento previsto de alumnado y el incremento de horas en los ciclos formativos por una reforma) supondrá que habrá 364 interinos menos contratados con respecto a este curso.

La ampliación de la jornada lectiva se aplicará a partir del 1 de septiembre, pero los profesores trabajarán dentro del centro esas dos horas semanales a partir del 12 de marzo, igual que el resto de funcionarios. Desde Educación se remarca que los docentes murcianos son los que menos horas pasan en las aulas de toda España y que, con esta ampliación, se equiparan a otras comunidades, e insisten en que no se reducirán programas educativos de apoyo ni desdobles.

Habrá movilizaciones

Los sindicatos manejan cifras muchos más abultadas para las pérdida de empleos y rebaten el argumento del consejero de que los cambios no supondrán reducción en la calidad de la enseñanza. Un ejemplo que señalan es que tendrán que asumir más grupos de alumnos y podrán dedicarles menos tiempo.

ANPE y SIDI, los dos sindicatos que manejan las cifras más conservadoras, creen que, al menos, se perderán trescientos puestos de trabajo más de los que prevé Sotoca. El dato roza el millar si las cuentas las hacen Comisones Obreras, STERM y UGT, que reclaman que se adopten medidas para aumentar los ingresos en lugar de optar por los recortes. Los tres sindicatos ya han anunciado que se unirán desde hoy mismo para iniciar una campaña de protestas a lo largo de todo el mes de marzo. ANPE y SIDI también anuncian acciones y en las próximas semanas se verá si hay o no unidad sindical contra unas medidas que todos rechazan porque, aseguran, suponen un retroceso de diez años en los derechos de los docentes y en la calidad educativa.