Los profesionales que ejercen la medicina tradicional y los que se ganan la vida con las terapias alternativas suelen discrepar sobre los beneficios de una y otra, aunque Salvador Molina, portavoz de APTN-CONFENAT -Asociación de Profesionales de Terapias Naturales-, considera que están condenados a entenderse.

¿Qué buscan los pacientes que acuden a un centro de terapias naturales?

Como terapeutas naturales trabajamos sobre la mejora de la salud y no sobre las enfermedades, como hace la medicina. Los pacientes buscan apoyo para su recuperación y, aunque respetamos el trabajo de los facultativos y su diagnóstico, trabajamos mejorando la capacidad regenerativa del organismo.

¿Qué ofrecen ustedes que no haya en un centro de salud o un hospital?

No se pueden valorar igual estas terapias que las oficiales. Mientras que un cirujano coge el bisturí, corta y elimina el daño, nosotros trabajamos con la capacidad energética como un todo. Aunque hay que tener en cuenta que la actitud positiva es fundamental.

El informe elaborado por Sanidad niega que la homeopatía tenga algún efecto beneficioso sobre el paciente.

Hay que pensar que en Francia, por ejemplo, la homeopatía es una terapia oficial y está cubierta por la Seguridad Social y en España los productos homeopáticos se venden en las farmacias como medicamentos, por lo que es una contradicción que se nieguen sus beneficios y se permita venderlos. Además, no se puede descartar su validez porque aún queda mucho por investigar.

¿Cree que existe una guerra entre médicos y terapéutas naturales?

No creo, estamos condenados a entendernos. También hay que pensar que cada vez más sanitarios intentan apropiarse de las terapias naturales y eso deja entrever sus beneficios. Nosotros somos como el cuerpo diplomático, no utilizamos medicamentos, y ellos son el ejército, usando todas las armas que están a su alcance.

¿Se pueden combinar las dos medicinas?

Las dos son complementarias y se pueden combinar. Es más, ya no se usa el término alternativa, sino natural, ya que no tiene por qué ser una o la otra.

Muchas de las críticas que reciben están motivadas por la formación que tienen.

Es falso que no estemos formados. Hay universidades que emiten certificados en este ámbito, así como escuelas universitarias. Y aunque nuestros estudios no estén reglados no significa que las terapias sean ilegales. Aún así reclamamos una regularización para poder trabajar también como formadores en este campo.

¿Qué demanda de este tipo de técnicas tienen aquí en la Región?

Hay bastante demanda y cada vez es mayor, lo que ha provocado quizá el enfrentamiento con la medicina tradicional. Entre las terapias más demandadas se encuentra la quiropráxia, la acupuntura, la nutrición y dietoterapia y la fitoterapia, que es el uso de las plantas para reequilibrar el organismo.