Manuel Fraga Iribarne, uno de los impulsores de la Constitución Española de 1978 y fundador de Alianza Popular -hoy Partido Popular-, fallecido el domingo, está en los altares en Aledo. El que fue alma máter de AP y luego del PP aparece en un retablo de la Iglesia de Santa María la Real, en la localidad murciana, donde además se puso su nombre a una calle. Fraga, en su época de ministro de Información y Turismo, fue elegido padrino de la coronación de la patrona del pueblo, a la que donó un manto y una corona en el año 1963.

En señal de gratitud la figura del político gallego fue incluida en la obra en actitud orante «y el año que viene, coincidiendo con el cincuenta aniversario de dicha coronación, le íbamos a invitar a participar en un acto de homenaje», según relata el párroco de la Iglesia, Felipe Tomás Valero, quien cuenta que Fraga «solía decir en algunas intervenciones públicas que en Aledo logró subir a los altares».

Esto fue recordado por Fraga en dos de sus libros, Memoria breve de una vida pública y En busca del tiempo servido, tal y como indica Juan Ramón Calero, quien fue presidente de los populares en la Región entre 1979 y 1993 y amigo personal de Fraga, al que conoció hace 32 años.

«Él siempre se encontraba a gusto en nuestra tierra y lo demostró en los múltiples viajes que hizo aquí, tanto en periodo electoral como fuera de él. En aquellos años era importante que afiliados y simpatizantes tuvieran relación directa con el líder y que éste visitara provincias y pueblos. Así se entiende que no haya municipio en la Región que no visitara y cuando lo hacía entraba en contacto con sus gentes», dice Calero, quien destaca de la personalidad de Fraga «su genio, que lo tenía y mucho, y su gran sentido del humor, además de su inteligencia, pues no se dejaba manipular y sabía lo que quería en cada instante».

Hombre de pueblo y de Estado

«Se consideraba un hombre de pueblo con mentalidad de hombre de Estado y, con su visión política, ponía los intereses generales por delante de todo», agrega Calero.

Manuel Fraga «se empeñó en buscar a los que él creía como los mejores para trabajar en la construcción del partido y solía decir que procurásemos hacer en el resto de España lo que estábamos haciendo en Murcia, a la que consideraba una tierra emprendedora».

Además, buscó a gente entonces joven -Antonio Hernández Mancha, Arturo García Tizón, José María Aznar, Rodrigo Rato, Javier Camuñas y yo mismo- para que Alianza Popular moderase la vida pública española y ahí realizó una labor histórica», apunta también Calero, quien manifiesta que el líder del PP «tras ser ministro con Franco, aunque se concienció de que nunca llegaría a ser presidente del Gobierno, dio una imagen de modernización al partido y lo adaptó a la democracia basándose en el respeto al adversario, algo indiscutible para la convivencia en aquellos años».