«!Feliz Navidad y feliz Año Nuevo¡». Es la frase que más se escuchó ayer en el salón de plenos del Palacio Consistorial. Los concejales aprovecharon el último pleno del año para felicitarse las fiestas y poco más, ya que se trató de una reunión de trámite, porque todo estaba decidido de antemano, como casi siempre.

De hecho, ni siquiera hubo reunión de portavoces, como es habitual. «Por lo menos, podremos explicar nuestro voto», señalaba la portavoz del PSOE, Caridad Rives, al de Izquierda Unida, Cayetano Jaime Moltó.

Los concejales se iban felicitando conforme llegaban al salón, donde se repartieron besos y abrazos, algo tímidos en unos casos y abiertos en otros. Nada que ver con las comidas que se organizaban hace años en las que los ediles de PP y PSOE compartían un almuerzo en armonía e incluso se lanzaban a cantar villancicos. Ahora, todo es más protocolario y frío.

La crisis y el desgaste de unos, tras muchos años de gobierno, y de otros, tras muchos años de oposición, han provocado que las relaciones se hayan enfriado. Ahora, todo se limita a las felicitaciones de rigor.

Tras las pertinentes relaciones sociales y protocolarias, los concejales pasaron a debatir los temas por los que se había convocado el último pleno extraordinario del año.

PP, IU y MC dieron el visto bueno a la nueva normativa de simplificación administrativa. Ahora bien, el edil de IU, Cayetano Jaime, se encargó de matizar que esta normativa se ha elaborado en cumplimento de una directiva comunitaria de libre circulación. El PSOE se abstuvo en esta votación, porque consideran que la normativa propuesta por el equipo de Gobierno se puede mejorar. «Haremos sugerencias en el periodo de exposición pública para que se mejore», precisó Rives.

La oposición sí votó de forma unida en contra de las modificaciones de las ordenanzas fiscales, que supondrán una subida de las tasas y precios públicos que pagan todos los ciudadanos.

«No estamos de acuerdo en que se suba la presión sobre los ciudadanos», destacó Rives. Ahora bien, tanto IU como PSOE matizaron su rechazo a las alegaciones presentadas por las empresas del Valle de Escombreras. «Respaldamos las resoluciones de rechazo a las alegaciones de estas empresas. La orden municipal se ajusta a la ley», reiteró Jaime.

La oposición se abstuvo en la votación sobre la disolución del patronato de la masa coral Tomás Luis de Victoria, porque aceptan que sus socios lo hayan solicitado, pero temen que se produzca un agravio comparativo con otras asociaciones si a esta se le dan condiciones especiales, como el uso de una sede o determinadas subvenciones. La oposición también se abstuvo en la votación sobre la disolución de la Universidad Popular al considerar que no supondrá ningún beneficio para el Ayuntamiento. Todo se aprobó con los votos del PP, como casi siempre.