Raúl Pardo Ruiz, abogado de Valentín Sánchez Ferrer, el empresario de Abarán que está en prisión provisional imputado como presunto autor de tres delitos de homicidio en grado de tentativa, presentó ayer un recurso de apelación solicitando su puesta en libertad. En el documento, el letrado argumenta que no existe riesgo de fuga (y detalla sus circunstancia de arraigo familiar, como su actividad laboral y su entorno social), ni de que vuelva a delinquir, ni tampoco de que destruya pruebas del caso.

La defensa de Valentín sostiene una versión de los hechos distinta a la del fiscal. Según la reconstrucción de la Fiscalía, el pasado 22 de diciembre los tres hermanos Yepes se trasladaron a la nave de Valentín, a quien exigieron los certificados de industria de la instalación eléctrica que el empresario había realizado en una vivienda de la familia Yepes. Al negarse, estos tres hombres llegaron a agredir a uno de los hijos de Valentín (según el fiscal). Otro de sus hijos escapó de la nave para pedir auxilio y los tres hermanos Yepes lo persiguieron. Valentín (que tiene permiso de armas) efectuó tres disparos. Según la Fiscalía, el empresario disparó al interior de la furgoneta para evitar que los Yepes se marcharan. Sin embargo, Valentín niega esta versión y asegura que disparó «a las puertas, no a los cuerpos», y «para evitar que salieran del coche y me atacaran». Pardo incluye esta versión en su escrito de defensa, en el que recalca que aunque Valentín pudo disparar más veces «y en puntos vitales», «sólo efectuó tres disparos». «Su conducta no iba dirigida a causar la muerte de sus agresores», recalca el letrado en el documento.

Añade Pardo que las manifestaciones sobre los hechos que incluye en su escrito se desprenden de la declaración de Valentín y del otro imputado, José Manuel Yepes, «que en sede policial declaró que su hermano Javier le decía: ´Lleva una pistola, pero es de fogueo´». Una manifestación en la que el abogado se basa para defender que Valentín realizó el primer disparo «de forma disuasoria, para demostrar que era un arma de fuego real».