La inflación regional se situó en noviembre en el 2,8%, una décima menos que la media nacional y la registrada en octubre en Murcia, según datos del Instituto Nacional de Estadística. Las perspectivas de inflación para los próximos meses son claramente a la baja.

Esta evolución se explica por la relativa relajación experimentada por aquellos grupos que presentan mayores presiones inflacionistas, como Transporte €con un encarecimiento anual del 8,0%, seis décimas menos que en octubre-, gastos asociados a Vivienda -5,5%, una décima menos- y Bebidas alcohólicas y tabaco -10,3%, una décima menos -. Asimismo, hay que destacar el notable abaratamiento de precios en Medicina (-5,6%), debido a la entrada en vigor del decreto de prescripción de medicamentos genéricos.

En comparación con el mes anterior, los precios avanzaron un 0,6%, destacando el aumento en Vestido y calzado (+6,1% respecto a octubre) con el inicio de la temporada de invierno, y el descenso de Medicina (-3,2%) por las razonas ya comentadas.

Además, hay que prestar atención a la evolución de la inflación subyacente. Esta variable, de gran relevancia, determina la tendencia de la los precios ya que excluye los elementos más volátiles (productos energéticos y alimentos no elaborados). En noviembre, persiste el elevado diferencial que la inflación general mantiene con la subyacente. En concreto, esta última se situó en el 1,6% en la Región, tasa muy moderada e inferior a la media española (1,7%).

Es necesario un escenario de moderación salarial

En un contexto como el actual, en que el tejido empresarial se encuentra al límite por razones como la deprimida demanda interna, la falta de financiación y la elevada morosidad de las administraciones públicas; se hace necesario plantear un escenario de moderación salarial. Es más, hay que evitar, de cara al final del ejercicio, que la revisión de los salarios quede vinculada a una tasa de inflación que no refleja la dinámica real de la economía. Los precios avanzan por causas externas a la economía regional, que tienen un impacto negativo en empresas y consumidores, y no por un aumento del margen empresarial.