El chef catalán Ferran Adriá ha asegurado hoy que las altas tasas de obesidad en España se deben, sobre todo, a la falta de ejercicio físico, y ha destacado que este, junto con una buena alimentación basada en "comer de todo, sin dietas pero sin excesos", son clave para prevenir esa y otras enfermedades.

El reconocido cocinero ha hecho estas declaraciones en Murcia, donde ha inaugurado los actos de conmemoración del Bicentenario de la Real Academia de Medicina y Cirugía y ha recibido la Medalla de Oro de dicha institución.

Adriá ha considerado la obesidad como uno de los principales "lastres para la salud", y ha asegurado que para evitarla es fundamental incorporar el ejercicio a la vida diaria "como algo normal, sin hacer grandes cosas, simplemente caminar media hora".

Además, ha subrayado la importancia de generar un "diálogo entre la medicina y la cocina" para hacer de esta última una "herramienta de prevención", pero sin llegar a "obsesionarse" con dietas, ya que "la política de la prohibición no funciona".

El cocinero, que actualmente colabora con la Universidad de Harvard (Estados Unidos) en un proyecto sobre técnicas culinarias basadas en la experimentación científica, ha destacado que "para comer bien es importante cocinar bien" y, para eso, es importante crear un nuevo concepto de la "cocina en casa".

Según ha explicado, la incorporación de la mujer al mercado de trabajo "ha hecho el mundo más justo, pero ha motivado que cada vez se cocine menos". En este sentido, ha apuntado que en el 60 por ciento de los hogares con una o dos personas nunca se cocina.

Por eso, el chef ha subrayado que hay que buscar nuevas fórmulas y organizarse: "Nadie tiene tiempo de hacer un buen caldero o un guiso de larga cocción a menos que haya sido previsor y haya hecho antes el sofrito, el caldo, y los tenga congelados y listos para usar", ha recomendado.

"Ya no se puede cocinar igual que antes, la nueva cocina en casa no esta conceptualizada, y es uno de los grandes retos que tenemos ahora los cocineros", ha añadido.

Adrià, que a finales del pasado julio cerró su restaurante El Bulli para dedicarse a la investigación culinaria a través de El Bulli Foundation, ha asegurado que hay que dejar de lado la cocina "solo como placer" y subrayar su lado "funcional" y su importancia para una buena calidad de vida.