La lección inaugural de este año corrió a cargo del catedrático de Psiquiatría, Enrique Rojas Montes, bajo el título No te rindas ante las adversidades. Durante su discurso resaltó que «aunque la sociedad nos prepara para el éxito a través de las escuelas y universidades con el ejemplo de personas que triunfan en todas las disciplinas, la piedra angular del crecimiento personal se fundamenta en torno a cómo encaramos los fracasos y sinsabores de la vida y en qué aprendemos de ellos». En su opinión, «éxito y fracaso son dos palabras que hay que poner en cuarentena y que lo importante no es rendirse ante las eventualidades de la vida porque cada obstáculo lleva consigo un aprendizaje, lo que supone ascender un nuevo peldaño en nuestra evolución personal».
Pero superar la adversidad es dura y el psiquiatra dio ayer en la UCAM que para no hundirse ante un fracaso debemos tener un proyecto de vida coherente y realista que debe contar con cuatro pilares: amor, trabajo, cultura y amistad. Cuatro claves «esenciales para nuestro desarrollo personal». El catedrático advierte: «frente a los avatares de la vida podemos optar por el lamento y la inculpación a terceros o bien tomar las riendas de nuestra montura».
Una visión larga «de la jugada» es importante para no decaer en un momento de crisis «porque la visión corta significa inmediatez y en ella todos somos deficitarios». El autor de El Hombre Light y de El amor inteligente también habló de la educación como «una tarea gradual, lenta y progresiva que consiste en seducir con lo valioso y entusiasmar a través de los valores», al tiempo que ha reivindicado el papel fundamental de los padres como modelos educativos, y llamó la atención sobre el hecho de que «en nuestra sociedad hemos pasado del patriarcado al filiarcado. Antes mandaban los padres y ahora los hijos, con lo cual se ha democratizado la familia y los hijos hacen de padres en ocasiones, algo que se hace patente en las crisis conyugales, cuando a veces el hijo de 20 años le dice cosas sólidas al padre de 50», indicó.
