­El miedo a la oscuridad, a quedarse solos, a los ruidos fuertes o a la muerte son temores habituales entre los niños. Se trata de algo natural, son, dicen los expertos, miedos evolutivos que los humanos desarrollaron cuando estaban en las cavernas para poder protegerse y sobrevivir en un mundo hostil. Tener miedo es natural, pero en ocasiones los niños no son capaces de procesar esas emociones y sus temores alteran su vida cotidiana. No son capaces de dormir sin una luz encendida, toman berrinches cada vez que tienen que quedarse a dormir en casa de familiares o sufren crisis cuando sus padres se marchan al trabajo. Para ayudar a estos niños a superar sus miedos de forma natural, los psicólogos murcianos Ana Cristina Gutiérrez y Pedro Moreno defienden una medicina muy especial: los cuentos que curan.

«Lo que hacemos es convertir a los personajes favoritos del niño en los protagonistas de un cuento y los ponemos en las mismas situaciones que vive el niño», explica Ana Gutiérrez, que asegura que el método tiene resultados muy efectivos y rápidos con los más pequeños. Aunque hay que hacerlo de manera que el niño no sepa que se está hablando de su problema. No se le explica, el cuento se lee y se repite varias veces a lo largo de los días y, poco a poco, él procesa el significado de la historia y va superando sus temores.

Todos los niños tienen miedos y es completamente normal. Los van superando al crecer, aseguran los profesionales pero, en ocasiones, si no pueden canalizar sus emociones, se corre el riesgo de que se conviertan en fobias. Para dar herramientas a los padres y educadores para que ayuden a los niños con estos problemas estos psicólogos acaban de publicar un libro titulado Los niños, el miedo y los cuentos. Cómo contar cuentos que curan. En este manual se dan las claves para que puedan crear las historias adaptadas a cada niño, además de cuentos ya elaborados que pueden utilizar.

Uno de los consejos que dan estos profesionales a los padres es que no trivialicen los temores de sus hijos. «Muchas veces los padres intentan quitar importancia a los miedos y les dicen a los niños frases como ´pero cómo vas a tener tú miedo con lo mayor que eres´. Es algo lógico que los padres tengan esta actitud, pero al quitarle importancia lo empeoran». Gutiérrez recomienda darle importancia, aunque sin exagerar, y explicarle a los niños que sus miedos son normales y que se irán pasando con el tiempo. Pero si los padres notan que durante unos diez o quince días ese miedo se va acrecentando y altera la vida cotidiana del niño, es el momento de iniciar una terapia con profesionales para evitar que se transforme en fobia.

Entre los casos que tratan estos psicólogos en la Clínica Moreno han aumentado mucho los de niños de padres divorciados a los que el miedo a quedarse solos o a no ser queridos les hace cambiar su comportamiento. Los psicólogos han comprobado que con estos cuentos que curan, los pequeños, poco a poco, comprenden que no tienen nada que temer y normalizan sus emociones. Los celos por un hermanito nuevo también es otra de las situaciones que puede solucionarse con este método.