Cinco activistas murcianos, entre los que se encontraban Pablo Caballero y Félix Cervantes (los otros tres han preferido no ofrecer sus nombres) fueron detenidos ayer en Niza (Francia) en el transcurso de las protestas contra la cumbre del G20 aunque, posteriormente, todos fueron puestos en libertad sin cargo alguno, tras permanecer incomunicados unas doce horas en los calabozos, según informaron ayer fuentes de Asamblea para el Senado.

Dichas fuentes consideran «bochornoso que puedan ser detenidas personas cuyo único móvil es protestar contra el injusto sistema que los liberal-conservadores imponen a toda la ciudadanía». Además, afirman que esta actuación «demuestra la limitación de la democracia en Europa». Todo ello, mientras que «ni un sólo banquero, excepto en Islandia, ha sido siquiera cuestionado por haber provocado la crisis». Los cinco jóvenes, con edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, llegaron a Niza sobre las cuatro de la madrugada de ayer miércoles y, nada más entrar en la ciudad, la Policía francesa los paró y les ordenó bajar de la furgoneta en la que viajaban, según confirmó a esta redacción Pablo, uno de los detenidos.

Mientras los agentes, «que iban armados hasta los dientes y nos trataron de mala manera», asegura el joven, registraban el vehículo, los cinco murcianos fueron detenidos y trasladados a unos calabozos donde permanecieron unas doce horas. «Estuvimos totalmente incomunicados y, aunque reconocieron que teníamos derecho a una llamada, no nos permitieron hablar con nuestros familiares y fue un intérprete el que se comunicó con ellos», mantiene Pablo, quien destaca que Niza es una ciudad «en estado de sitio no declarado». Lo único que la Policía francesa les requisó fueron dos botes de gas que «llevábamos para poder cocinar con un camping-gas», afirma el joven. Además, los jóvenes murcianos denuncian que desde que salieran a mediodía de ayer de los calabozos, «la Policía nos ha parado otras cuatro veces antes de llegar al pabellón donde pasaremos la noche (de ayer)», añade. Los jóvenes murcianos tienen previsto permanecer en el país galo hasta el fin de semana.